DERECHA EN CRISIS

RECREO

Son tiempos de profundizar el cambio, no de moderarlo

La derrota electoral ha fracturado a la coalición de visiones que se propusieron impedir la continuidad, el hecho de que la victoria de Claudia obtuviera mayoría entre ricos y no solo entre pobres indica que la derecha mexicana no tiene el mismo nivel de patrocinio empresarial que si tiene la española. La exhibida como voceros a sueldo de intelectuales, académicos y periodistas del grupo Latinus acentúa la pérdida de credibilidad no solo de ellos sino del conjunto de empresas de comunicación que se embarcaron en la aventura y arrastraron a quienes desde estados y municipios repiten como loros la misma narrativa, aunque sin cobrar por ello

Eduardo Tricio, presidente del grupo LALA formuló un amplio reconocimiento al presidente López Obrador y manifestó amplio respaldo a su sucesora de manera tan contundente que los medios de comunicación esta vez no difundieron sus palabras y menos con la amplitud acostumbrada con los poderosos exponentes del empresariado nacional

Los partidos que asumieron los intereses de la derecha mexicana viven en crisis que se antoja terminal, el PRD culminó su suicidio histórico con la pérdida del registro y el PRI vive en su interior la descarnada lucha por los despojos mientras que el PAN se encuentra sin un solo liderazgo de relieve moral y si con varios de sus prominentes figuras asociados a escándalos de corrupción que los enloda a todos por la miopía de trasladar a la institución política lo del cártel inmobiliario, Cabeza de Vaca y Ricardo Anaya

La derecha mexicana en su derrota no contó con la suerte de su antecesora en circunstancias, la derecha porfirista que pudo reponerse cuando menos unos meses gracias a que Victoriano Huerta tuvo de su lado a la embajada de los Estados Unidos, en estos momentos en que los Estados Unidos tendrán que elegir entre lo malo y lo peor, la intervención gringa a favor de los conservadores no tiene muchos asideros

La porción de extrema derecha que tradicionalmente domina en la jerarquía católica no tiene la influencia en el electorado católico que alguna vez tuvo, el pensamiento social de la iglesia que tiene como máximo vocero al Papa Francisco es incompatible con la defensa del régimen de privilegios que caracteriza a la iglesia conservadora, con su decadencia, la derecha mexicana pierde una histórica fuente alimentadora

SIN BANDERAS

Algunos pensaron que el cierre de filas en torno al poder judicial le ofrece a la derecha derrotada la bandera reunificadora que tanto necesita, pero queda claro que ya no sucedió

Norma Piña no es líder, carece de la mínima inteligencia emocional para encabezar la confrontación al proyecto de reforma del poder judicial, prueba de ello la dio el 5 de febrero de 2022 cuando en la ceremonia conmemorativa de la Carta Magna, en un gesto de infantilismo

increíble, permaneció sentada al arribo del Presidente de la República en el momento que se integraba al presídium. Su oficio político es de párvulos, su intromisión en el conflicto interno del Tribunal electoral del Poder Judicial d la Federación y la cena con su “aliado y amigo” Alito Moreno le quitarían la legitimidad institucional para ejercer interlocución con los otros poderes

Para desgracia de los conservadores, la permanencia de Norma Piña al frente de la SCJN perjudica más a ellos que a los promotores de la reforma judicial

Hasta lo que va del debate en torno a la propuesta de reforma judicial una cosa es clara: No hay voz ni de mediano nivel que se atreva a sostener que dicho poder no necesita reformarse. La razón es sencilla, la discusión pública ha permitido ventilar que solo una ínfima parte de los juzgadores accede al cargo por méritos, que el nepotismo se enseñorea y que la insatisfacción con su desempeño es abrumadoramente mayoritaria conforma a los datos de INEGI

La reforma al poder judicial es democrática por primera vez en la historia, recodemos como el 22 de febrero de 1913 la Suprema Corte felicitó a Victoriano Huerta, razón por lo cual en agosto del año siguiente Venustiano Carranza disuelva el poder judicial para darle forma al que con el tiempo sería reformado por Ernesto Zedillo según sus facciosos intereses

METER EL ACELERADOR

El sucinto resumen hasta aquí expuesto me lleva a la conclusión de que es momento de meter el acelerador en los cambios aún no concluídos, sería un error histórico desaprovechar la irrepetible coyuntura para recuperar el dominio de la nación sobre los grandes recursos naturales y terminar de edificar el estado de bienestar

El combate a la corrupción es tarea inacabada, buena parte de los núcleos opositores acumularon fortunas succionando el erario, es hora de decirles adiós

 

 

Nos encontramos el jueves en Recreo

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