La política debe ser un espacio de servicio, no de ambición: Julieta Del Río
● El servicio público requiere conocimiento, experiencia y ética
«Es un problema serio cuando personas buscan cargos de gran responsabilidad sin la preparación adecuada. Gobernar, legislar o impartir justicia no es un juego; requiere conocimiento, experiencia y ética» afirmó Julieta del Río Venegas.
Explicó que las tablas deben de ser siempre sólidas ya que se deberán tomar decisiones en esos cargos y si no están apegadas a la justicia pueden afectar negativamente a todo un país. «La política debería ser un espacio de servicio, no solo de ambición» agregó.
Comentó que la rendición de cuentas es un proceso técnico y legal que requiere conocimiento profundo, no solo un discurso político y que no basta con hablar de transparencia; hay que entender los procesos de fiscalización, sus etapas y por ende las leyes de responsabilidades y saber auditar correctamente.
«Sin estos conocimientos, las promesas de combate a la corrupción y buen gobierno se quedan en palabras vacías. La verdadera rendición de cuentas exige preparación, no solo intención» aseguró.
Comentó que los eventos y foros para estudiantes, empresarios, funcionarios y sociedad sobre combate a la corrupción, deben ser espacios de aprendizaje serio y reflexión crítica para que realmente aporten valor, es fundamental que los panelistas y conferencistas sean expertos en la materia, con conocimientos sólidos.
Destacó que un ejemplo clave es conocer la Ley de Obras Públicas y la Ley de Adquisiciones (que por cierto ya están en la Cámara de Diputados Federal el proyecto de modificaciones) son fundamentales para evitar la corrupción.
«Cuando funcionarios ciudadanos, proveedores y constructores dominan estas leyes, se pueden detectar y prevenir irregularidades como licitaciones amañadas y sobreprecios. Así se puede exigir que realicen con precios justos y competitivos, conocer de penalizaciones y que la economía permee en un estado y en el país en igualdad de circunstancias» mencionó.
Agregó que también se pueden detectar empresas fantasmas e identificar proveedores legítimos y evitar la simulación de servicios o compras inexistentes. Además de ejercer los incumplimientos de contratos, pues estos aseguran que las obras y adquisiciones cumplan con los estándares de calidad.
«Una obra de mala calidad, por aportar o beneficiar a alguien, se realiza con especificaciones distintas a las requeridas afecta a la sociedad, incluso puede ocasionar accidentes que cobran vidas de inocentes, en el caso de una carretera» resaltó.
Finalmente mencionó que el desconocimiento de estas leyes abre la puerta a la corrupción y la impunidad. Por eso, es clave que tanto funcionarios como ciudadanos sepan cómo funcionan estos procesos y exijan su cumplimiento.
«Invitar a personas con antecedentes de corrupción o con historial dudoso no solo resta credibilidad al evento, sino que también envía un mensaje contradictorio a los asistentes. No se puede hablar de combatir la corrupción mientras se da voz a quienes han sido parte del problema. La formación de futuros profesionales y servidores públicos debe basarse en la ética, la preparación y el ejemplo de quienes han demostrado integridad en su trayectoria» finalizó.