Jalpa

Jalpa florece en fe: Así se vive el Domingo de Ramos en el corazón del sur zacatecano

Jalpa, Zacatecas.– Con el repique de las campanas y el murmullo de las oraciones, Jalpa se transforma cada Domingo de Ramos en un escenario lleno de devoción, color y tradición. Esta celebración marca el inicio de la Semana Santa, una de las festividades más significativas del calendario litúrgico católico.
Desde muy temprano, la explanada frente a la Parroquia del Señor de Jalpa se llena de vida. Vendedores ambulantes instalan coloridos puestos donde ofrecen palmas tejidas, ramas de laurel, manzanilla, romero y flores silvestres, elementos que los fieles llevan para que sean bendecidos durante la misa. No falta el característico aroma de incienso ni los tradicionales alimentos típicos de la temporada como las empanadas, capirotadas, y aguas frescas.
La procesión de Ramos, que inicia en puntos cercanos al centro y culmina en la parroquia, es uno de los momentos más esperados del día. Hombres, mujeres, niños y adultos mayores caminan en grupo portando sus ramos —algunos sencillos, otros elaboradamente adornados— recordando la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Muchos incluso se visten con túnicas o se integran a representaciones en vivo, dándole un matiz teatral y profundamente simbólico al acto.
La misa del mediodía, que corona la jornada, reúne a cientos de personas tanto locales como visitantes de comunidades vecinas. El sacerdote bendice los ramos y ofrece un mensaje de reflexión sobre la paz, la esperanza y la renovación espiritual que representa este inicio de la Semana Mayor.
En Jalpa, el Domingo de Ramos no solo es un rito religioso, es una expresión viva de identidad, de comunidad y de herencia cultural. Las familias se reencuentran, las calles se llenan de música sacra y el espíritu de recogimiento se mezcla con la alegría de estar juntos.
En la región del Cañón de Juchipila, comunidades como Huanusco, Apozol y Tabasco también celebran con fervor. Aunque cada lugar tiene sus particularidades, en todos se siente el mismo sentido de respeto y emoción por dar inicio a los días santos.