Cultura

Expone escritor Paco Ignacio Taibo II, a los zacatecanos, la importancia, orgullo y gloria de su gesta histórica

◼ En el marco de las actividades académicas organizadas por el Gobierno que encabeza el mandatario estatal David Monreal Ávila, para conmemorar el 110 Aniversario de La Toma de Zacatecas

Zacatecas, Zac.- Para el periodista, escritor y activista Paco Ignacio Taibo II, el recuperar la historia de La Batalla de Zacatecas en detalle, en minucia y en anécdota es un motivo de orgullo y de gloria, y que, a su vez, conlleva a la pregunta que se ha puesto en escena en la actualidad que es: ¿de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos, como ciudadanos y como país?

Así se dirigió el actual Director General del Fondo de Cultura Económica (FCE), en la conferencia magistral “La Toma de Zacatecas”, que ofreció en el marco de la serie de actividades académicas conmemorativas del 110 Aniversario de dicha gesta, que organiza el Gobierno del Estado, a través de distintas dependencias, entre ellas el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”.

De entrada, Taibo II habló de Zacatecas, la que considera la ciudad más bonita del país, como un lugar que recorrió para entender su gesta histórica; revisar documentos, informes y la observación, que, junto con un equipo argentino, hizo durante un mes y medio o dos, para hacer “Villa”.

Con ese equipo tomó carretera, caminos y el ferrocarril, tratando de seguir físicamente los caminos, trayectorias de este personaje histórico: Visitó museos que dicen tener la verdadera pistola de Pancho Villa; revisaron el coche en el que iba cuando lo asesinaron. En ese avatar, conocieron que tuvo una veintena de esposas y varios hijos, que su Siete Leguas era Yegua, entre otros datos del Villismo -dijo-, que le volvieron Villista.

Zacatecas -agregó- se convirtió en el centro de este país, pues en los días de la Batalla fue el corazón de la etapa revolucionaria, lo cual ha llevado a eternos debates a los historiadores; por ejemplo, La Batalla de Torreón fue clave y fue antes de la de Zacatecas, pero emocionalmente fue la de Zacatecas, lo que significó la ruptura del espinazo de la dictadura huertista.

Ante cientos de zacatecanos congregados en el teatro Fernando Calderón, el historiador nacido en Gijón, España, habló de detalles y anécdotas de la División del Norte, su organización y estrategias, al tiempo que reflexionó sobre momentos clave para el país, a partir de sus investigaciones.

La artillería, los tipos de combate, los 60 o 70 trenes y cómo viajaban sus ocupantes, cómo comían, así como el papel de las soldaderas que acompañaban al ejército para operar como cuidadoras, cocineras, lavadoras de ropa y que -dijo- el villismo les libera de “ese trabajo ingrato”. Dentro de su infraestructura tenían enfermeras, médicos, abasto militar, municiones, cañones.

Así que, como colofón a su conferencia, enfatizó que, recuperar la historia de La Batalla de Zacatecas en detalle, en minucia y en anécdota, es motivo de orgullo y de gloria, “porque, al fin y al cabo, vamos a una de las preguntas claves que se han puesto en escena en estos últimos años, en estos últimos meses, en México, que es: ¿de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos, como ciudadanos y como país?”.