Reforma constitucional cristaliza el derecho a una vivienda digna: Geovanna Bañuelos

Con reforma al artículo 123 Constitucional, se garantiza el derecho humano a una vivienda digna y se da un paso fundamental para reducir las desigualdades provocadas por el neoliberalismo que impidió por años que las familias rurales, de bajos ingresos y a los mismos jóvenes pudieran acceder a un patrimonio, afirmó la senadora Geovanna Bañuelos.

“Hoy, cristalizamos el derecho a la vivienda, además, con el Plan Nacional de Vivienda de nuestra presidenta, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo haremos frente al rezago habitacional. Escuchen bien, 500 mil viviendas las construirá el Infonavit y 500 mil serán destinadas para las personas no derechohabientes”, enfatizó.

Al fijar posicionamiento a nombre del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT), la vicecoordinadora de la fracción petista señaló que actualmente estamos viviendo en México una etapa que consagra derechos sociales y que coloca, como eje medular de atención prioritaria a las personas vulneradas.

En este sentido, explicó que la reforma al artículo 123 constitucional otorga al Infonavit atribuciones para construir vivienda y para la renta casas-habitación que están en su propiedad, ya que actualmente existe un déficit de vivienda de 8.2 millones.

Además, dijo, las modificaciones permitirán establecer un sistema de vivienda con orientación social para las personas trabajadoras y derechohabientes, que permita obtener crédito barato y suficiente para su adquisición o mejora.

“Como senadores, nuestra responsabilidad es garantizar que cada ciudadano tenga la oportunidad de vivir en un lugar que no sólo sea seguro, sino también accesible”.

51.4%, más de la mitad de la población, renta porque no tiene acceso a hipotecas”.

En tribuna, la legisladora por Zacatecas enfatizó que los cambios permitirán dar preferencia de acceso a la vivienda a los y las trabajadoras que han aportado continuamente al fondo y actualmente tengan vivienda propia.

Asimismo, se incorpora la adquisición de suelo para el uso del crédito de vivienda; se regula el arrendamiento, el cual ya que no podrá ser superior al 30% del salario de las personas trabajadoras y se da preferencia a esquemas de arrendamiento del Infonavit a las personas con mayor antigüedad de cotización y que no cuenten con una vivienda propia.

Además, se establece que toda empresa agrícola, industrial, minera o de cualquier otra clase de trabajo estará obligada a proporcionar viviendas dignas a sus trabajadores.

“Y lo más trascendente, compañeras y compañeros senadores, hoy ya nadie puede quitarte tu casa, el patrimonio más preciado de una familia. No te pueden quitar tu hogar ni los constructores, ni los institutos de vivienda. Es un derecho establecido en la Constitución”, enfatizó la legisladora.

Geovanna Bañuelos resaltó que la vivienda es un derecho fundamental y no un privilegio, por lo que todas y todos merecen un hogar donde puedan construir su vida, sin la angustia constante de la incertidumbre de no contar con un patrimonio propio.

Y aseveró que con esta reforma se revertirán los efectos nocivos del pasado como la reforma laboral del 2012 de Enrique Peña Nieto que no permitía el acceso a la vivienda, particularmente para los jóvenes.

“O cuando Zedillo sólo permitió que Infonavit sólo otorgara créditos para adquirir casas terminadas, dejando sin otras opciones para edificar un hogar. O cuando Salinas de Gortari dio preferencia a la entrada de capital privado, eliminando el carácter social del Infonavit”.

Finalmente, recordó que en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se atendieron a 1 millón 389 mil personas para garantizar su derecho a la vivienda y reconoció que aún queda el compromiso con los deudores del Infonavit y del Fovissste para que puedan regularizar sus créditos que han sido impagables.

“Nuestro partido, el Partido del Trabajo, tiene un compromiso con las personas trabajadoras. Hoy haremos realidad el derecho inalienable a la vivienda al ser un derecho humano para el bienestar de las familias”, concluyó.