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Autoempleo, los hombros que ayudan a la economía

Durante una caminata matutina en el centro de la cabecera municipal de Juchipila, observé el movimiento, el ir y venir de los niños por las tortillas o la panadería, amas de casa que adquieren productos de limpieza, algunos personas llevan su automóvil al taller mecánico o algún paseante de paso, busca dulces típicos de la región; ya por la tarde noche las familias conviven y pasan por un helado a la peletería o simplemente van a cenar algún antojito.

Esta manera cotidiana del desarrollo del día a día en nuestro entorno, no sólo en la región de sureste zacatecano sino de toda nuestra entidad, si la vemos con más atención, más a detalle, nos muestra cómo se desarrolla económicamente nuestro Estado.

En muchos municipios de Zacatecas, no se ven grandes naves industriales, no contrasta el paisaje con el panorama que ofrece la industria de chimeneas ni mucho menos; pero me llama la atención que económicamente existe mucho movimiento. Insisto, el vaivén de las personas es constante, entran, salen, de puerta en puerta. ¿Qué es lo que genera esa danza de su día a día?

Recordando el dicho de: “Todos necesitamos de todos”, nos explica la necesidad de interconexión de la sociedad para alcanzar el desarrollo, no sólo el económico, sino el desarrollo en general. En esa relación social, cada vez cobra mayor fuerza el autoempleo particularmente en el sector de comercio y servicios.

El autoempleo, ofrece la posibilidad de desarrollarse en un entorno no industrial, en el cual, la prestación de un servicio, la oferta y manufactura de un producto de manera personal o artesanal, con un socio o con la familia, posibilita el desarrollo económico y social que en mucho mejora la sustentabilidad de miles de familias.

Esta modalidad de negocio, ha evolucionado a través del tiempo. En antaño, se tenía la idea y se materializaba sin más que el arrojo de tener un micro negocio que coadyuvara al sustento familiar; pero como todo en la vida evoluciona, también el autoempleo ha cambiado.

Las circunstancias económicas, la competencia, el mercado, la modernidad y los factores sociales influyen de manera directa en un negocio, por lo que ese arrojo para emprenderlo pasó a segundo término, ahora quien esté mejor capacitado,

especializado, tenga las herramientas adecuadas, ofrezca calidad, buenos precios y se mantenga a la vanguardia, sobrevivirá en su negocio, entendiendo además que las vocaciones y lo local juegan un papel primordial.

Ante la imposibilidad, de las grandes industrias de instalarse en el mayor número de regiones, el auto empleo, la administración y manejo de un negocio propio es una alternativa para el desarrollo económico.

Considero que la administración estatal ha apoyado de manera decidida a todos aquellos que deciden auto emplearse, tal éxito ha tenido el impulso al llamado Fomento al Autoempleo, que a principios de año se superó la meta proyectada para todo el quinquenio, colocando mil 135 apoyos para micro negocios en beneficio de más de mil 800 personas.

El éxito de los emprendedores, no sólo depende de ellos mismos, apoyemos a todos estos micro-negocios, que con el respaldo adecuado la capacitación y un flexible financiamiento podrán evolucionar en negocios consolidados con un mejor servicio o un valor agregado a los mismo. El desarrollo económico en tiempos complejos como los que transitamos recae sus esfuerzos nuevamente en el ingenio, la inventiva y como decíamos el arrojo de aquellos que se atreven al autoempleo.