Ser Resiliente En Tiempos Difíciles
- Es la consigna en los tiempos de crisis, aunque a veces no hallemos una ventana de tolerancia o la puerta cuando nos asalta la DEA (Depresión, Estrés y Ansiedad).
En estos tiempos que nos ha tocado vivir días que no habíamos anticipado o imaginado, hemos tomado conciencia que la vida es cambiante y que no requiere de nuestro consentimiento o negativa, que nada es para siempre, no podemos aferrarnos al pasado y ni al futuro, cuando vivimos una traición, cuando merma la salud, cuando no controlamos determinada situación, no solo nos queda aceptar la realidad, lo mejor que podemos hacer es echar mano de las herramientas internas para afrontar esta situación y una habilidad que nos ayuda esencialmente es la resiliencia.
La resiliencia como la capacidad de un ser vivo para adaptarse y recuperarse de un agente perturbador o una situación adversa, la habilidad para adaptarse y recuperarse tras una situación difícil. Ser resiliente es lo explica que algunas situaciones difíciles, de pronóstico catastrófico se revierta o haya nuevos resultados, por ejemplos con niños que nacen y crecen en poblaciones de mayor vulnerabilidad sin embargo salen adelante y se forjan un futuro sin necesidad de repetir las conductas que vieron por ejemplo el alcoholismo o la drogadicción.
Ser resiliente no significa no sentir dolor ni tampoco niega malestar, sino que parte de una actitud y de un punto de vista realista de la situación, donde posiblemente la única manera de hacer cambios no es hacerlo en lo que nos sucede sino la actitud que asumimos frente a eso que nos sucede, como refiere Víctor Frankl cuando no podemos cambiar una situación dada estamos frente al reto de cambiar nosotros. Entonces existe relación entre vivir el momento y la resiliencia en el sentido que todos tenemos esta capacidad y podemos practicar estas pautas para acrecentarla: permítete tener emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, libera tu mente de prejuicios, acepta el cambio como parte de la vida, establece metas realistas, piensa de manera práctica y constructiva, mantén una actitud optimista, cuida las relaciones con los demás, haz deporte, nutre la autoestima y aprende a crecer con los problemas.
De acuerdo con lo anterior, en estos tiempos la resiliencia cobra un nuevo sentido tal como refiere Tedeschi y Calhoun (1999), que refieren que es posible el crecimiento postraumático, es decir, la posibilidad de salir adelante y ser mejores o crecer como personas tras la adversidad. En el sentido que puede incrementar la apreciación de la vida, que la vida brinda nuevas posibilidades, incremento de la fortaleza personal, fortalecimiento de las relaciones personales y cambios espirituales positivo. Algunas personas resilientes que han logrado trascender podemos mencionar a Malala Yousafzai, Stephen Hawking, Nelson Mandela, Boris Cyrulnik y muchas otras personas que en el anonimato pese a las vicisitudes han salido adelante, han crecido como personas y aportado a la sociedad.
Finalmente terminamos con esta frase de César Évora: La vida no es esperar a que la tormenta pase, ni es abrir el paraguas para que todo resbale… La vida es aprender a bailar bajo la lluvia.