La cremación una práctica común y la disposición de las esencias a través de accesorios con el fin siempre de honrar a nuestros seres queridos
Solo podemos perder algo que tenemos
Pero no podemos perder algo que somos,
como el amor De nuestros seres queridos
que somos
Eckhart Tolle
Para hablar de la cremación necesariamente tenemos que hablar desde lo fundamental, la muerte. La muerte no solo es un fenómeno físico en el cual un ser vivo pierde todas las capacidades que lo hacen estar, valga la redundancia, vivo, también es un fenómeno tanto social como cultural, es un hecho que afecta a la sociedad profundamente. Es un acontecimiento inevitable para todo ser humano, así como imprevisible, por todo esto es única ya que cambia todo lo establecido. En el pasado era venerada con rituales y ofrendas, para los mexicanos esto es de gran valor ya que desde la época prehispánica se llevan a acabo celebraciones relacionadas, en nuestros días la mas representativa es la del día de los muertos.
En nuestra sociedad el cuerpo vivo o muerto representa el centro de muchas de nuestras acciones, puede ser considerado por algunos como el epicentro de la belleza, como la mayor inspiración para el arte, como un lienzo en el que cada quien se puede expresar a su manera, por lo tanto, es nuestros días el hecho que algún ser cercano sea cremado puede llegar a causar una gran angustia, pero debido a la situación por la que atravesamos en ocasiones no hay mas opciones.
Dicho lo anterior no podemos ignorar lo obvio, la cremación es un rito, entendido como un acto social que lleva a un nuevo cambio, el último año este rito ha sido llevado a cabo mas de lo que a muchos les gustaría, ha sido un hito que ha cambiado la forma de ver y practicar los servicios funerarios, ya que hay una limitación muy importante, no hay un “cuerpo” al cual velar, para muchas personas esto representa un problema serio, el cual puede incluso causar que un duelo se complique.
En este último año debido a la pandemia por covid-19 la cremación se ha convertido en una practica mas común, que en muchas entidades ha sido establecida como obligatoria, esta no solo ha provocado que muchos duelos se compliquen, que incluso ni siquiera inicien debido a que no hay un cuerpo al que velar y al cual sepultar, también ha provocado cambios en los paradigmas de los funerales. Con el inicio de la pandemia y el cambio en la vida de las personas, las cuales quedaron en suspenso, todo lo que se ha perdido comenzará a calar en un futuro, desatando un dolor contenido que no podía ser comprendido en su totalidad ni expresado en la despedida.
Habrá que visitar las casas de los fallecidos. Habrá que recopilar y repartir sus pertenencias. Habrá que organizar las conmemoraciones que no pudieron celebrarse cuando se prohibieron las grandes reuniones. Las cenizas esperan a ser recogidas en las funerarias. Las lágrimas reprimidas tendrán que salir. En muchas personas surgen también la duda, se preguntan si realmente su familiar ha sido incinerado, si acaso no han intercambiado por error las cenizas de su familiar por otro.
Para los trabajadores funerarios la cuarentena ha convertido su trabajo en algo “completamente diferente”, como lo han hecho ver muchos trabajadores, una procesión de muerte, arreglos y papeleo, de días trasladando cuerpos del punto A al B, de esperar en fila con otros autos funerarios y de tratar, por correo electrónico y teléfono, con las familias confinadas a las que no pudo consolar en persona, para ellos también ha sido complicado, la incineración no era una practica que llevaran a cabo, a menos que con anterioridad el familiar lo hubiera indicado así.
¿Qué podemos hacer con las cenizas de nuestros familiares? somos libres del destino de las cenizas, pueden reposar en espacios habilitados del cementerio, ser esparcidas o guardarse en columbarios, tenerse en el propio domicilio o incluso hay quien escoge la opción de realizar un diamante con el carbono que se obtiene de las cenizas del difunto, algo que algunas funerarias ofrecen entre su amplio catálogo de servicios, en las últimas épocas también se ha ofrecido la oportunidad de depositar algunos granos en un dije para llevar una parte de las esencias de nuestro ser querido con nosotros.
En Funeraria Carillo contamos con servicios de cremación, así como la posibilidad de depositar las esencias de nuestro ser querido en un nicho ubicado en la parroquia del Señor de Jalpa, sepultarlas en un panteón, al igual que la oportunidad de dejarlas en nuestro hogar o bien llevarlas en un accesorio que portemos si así lo desea el corazón a través de collares, brazaletes o aretes.
En Funeraria Carillo estamos para acompañarlos de corazón antes, durante y después, a través del equipo de tanatólogos de Grupo Terapéutico Carrillo, puede contactarnos en cualquier momento, un servicio de corazón.