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Una Vida De Congruencia

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El pasado 4 de Junio falleció en San Cristóbal De Las Casas, Chiapas Noé Beltrán Bahena, que dejó profunda huella en la historia de nuestro estado a su paso por la entonces naciente Universidad Autónoma de Zacatecas

Ideólogo del post 68, dejó un legado moral invaluable, su humanismo modeló un modo de ser de izquierda esencialmente contrapuesto a los que hacen de la ideología traje a la medida de sus intereses personales, los pueblos encuentran en hombres de su talla el faro orientador para no perder el camino ético en las grandes transformaciones que como la que se propone el Presidente López Obrador.

Su historia de vida es contrapuesta al del típico logrero de la política carente de valores, de ideología de temporada.

Noé Beltrán es figura admirada entre los que coincidimos con su ideología y respetado por quiénes no concordando en pensamiento, fueron testigos de su ejemplar congruencia.

Se fijó en mi memoria aquella mañana en “El jacalito” en que me acerque a saludar al popular maestro universitario y consumado cafetero Noé Beltrán Bahena y percibió en mí el tufo de una noche de parranda juvenil ante lo cual, me dijo en un tono por demás severo “Compañerito, si usted es un fraude para su familia que con tanto sacrificio lo tiene estudiando, con más razón va a ser un fraude para los explotados por los que usted dice luchar”. El duro mensaje llegó a mi vida en el momento oportuno, en el ambiente de exaltación ideológica generado por la matanza estudiantil de 1968, se incubó en algunos activistas desprecio por “titulos de nobleza” para criticar a los que priorizaban sus deberes escolares sobre las tareas del activismo y si ahora no figuro en la lista de carreras truncadas en nombre del activismo, es en gran medida gracias a la influencia de mi admirado profesor.

Noé Beltrán llegó a la Universidad Zacatecana formando parte de la diáspora que produjo la persecución del régimen contra todo lo que olía a pensamiento crítico, el espíritu abierto del primer Rector de la UAZ Magdaleno Varela Luján hizo posible la inclusión de un pequeño grupo de economistas liderados por él que en poco tiempo promoverían la reforma universitaria de 1971 que le dio mucha proyección a la institución, fruto de memorable enfrentamiento ideológico en el seno del Consejo Universitario de sobresalientas figuras de la comunidad.

Los archivos de la tenebrosa Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación puestos a disposición de los interesados por el Archivo General de la Nación ubican en tiempos previos a su estancia en Zacateca a Noé Beltrán como figura sobresaliente del grupo “Juan F Noyola”, notorio por la calidad intelectual de sus miembros.

LIDERAZGO PRODUCTIVO

La fina ironía que lo caracterizó se combina con el estilo directo con el que ejerció su liderazgo, lo conocí cuando me mandó llamar después de haberse enterado de que junto con dos compañeros fui detenido haciendo “pintas” en la madrugada del día de las elecciones presidenciales, hecho que trascendió gracias a que uno de los cuatro pintores desvelados pudo evadir la captura. Noé Beltrán Bahena me saluda con la despiadada aseveración “Sí usted y sus amigos creen que la policía les echó el guante por revolucionarios se equivoca, los agarraron por pendejos” “A quién se le ocurre hacer actividades contra el gobierno represor que los pudo haber desaparecido con la mano en la cintura sin que nadie sospechara”.

Noé Beltrán deja profunda huella en Zacatecas al liderar la transformación de la principal institución de educación superior en el estado, de su perfil modelado al gusto de las élites provincianas, al de una institución reivindicadora del libre examen de las ideas y del compromiso social, democratizando la vida institucional mediante la representación paritaria en los órganos de gobierno (Consejos técnicos en las escuelas y Consejo Universitario), modifica los planes de estudio de la escuela preparatoria e impulsa el nacimiento de generaciones de luchadores de causas del campo y la ciudad que se desafiarían el conservadurismo reinante.

MARCÓ UNA ETAPA

Después de la reforma de 1971 la presión oligárquica forzó su dimisión y su alejamiento de la entidad.

La generación que contribuyó a despertar, liderada ya por Jesús Pérez Cuevas se haría presente en las luchas campesinas, sindicales y específicamente universitarias, que hicieron que la UAZ, con las de Puebla y Sinaloa, destacaran por su combatividad.

Noé Beltrán no usaba como instrumento a sus seguidores, los alentaba a crecer mediante el estudio y la responsabilidad, fue lo contrario del político clientelar, nunca confundió franqueza con insolencia ni respeto con sumisión.

Nunca dejó el contacto con Zacatecas, vivió al pendiente de quienes lo tuvieron como maestro, líder intelectual y moral.

Nos encontramos el jueves en Recreo

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