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Mitos y creencias sobre la violencia de género

 En el marco de la conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia Hacia  la Mujer creemos que es necesario realizar reflexiones para analizar cómo hemos abordado este tema tan complejo. Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad.

La magnitud de este impacto, tanto en la vida de las personas y familias como de la sociedad en su conjunto, es inmensa. Para comenzar no está demás definir a qué nos referimos con violencia a la mujer, también conocido como violencia de género.

La O.N.U. establece una definición para referirse específicamente a la violencia en contra de las mujeres y niñas, la definen como todo acto de violencia basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o mental para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

Si bien, en los últimos años se ha hecho más conciencia acerca de este problema y el cómo está afectando a la sociedad, la verdad, es que aún es un fenómeno muy común el cual, lejos de desaparecer pareciera que cada día va al alza, el día de hoy nos gustaría enumerar algunas de las creencias y mitos que aún se tienen con respecto a estos tipos de abuso.

Como primera creencia, tenemos que muchas personas en un afán de buscar justificar los abusos afirman que los hombres que los perpetúan son solo aquellos que tienen problemas mentales, han sufrido algún trauma que los lleva a ser agresivos o están inmersos en el abuso de sustancias, en la mayoría de los casos los violentadores son ¨”hombres sanos”, los cuales hacen estos actos, porque no ven a sus parejas o a las mujeres que los rodean como iguales.

El segundo mito que queremos tocar es: eso no me pasará a mí, solo les sucede a algunas cuantas. La O.N.U. estima que siete de cada diez mujeres sufrirán golpes, violaciones, abusos, mutilaciones u humillaciones a lo largo de su vida, y las mujeres de entre 15 y 44 años tendrán más riesgo de morir violentadas que por alguna enfermedad terminal. La violencia de género no es un asunto de unos cuantos,es un asunto colectivo, cuando se piensa que “a mí no me puede pasar” es como si le quitamos importancia a que a alguna mujer le haya pasado.

Como tercera creencia, tenemos una que ha sido acarreada por generaciones, si ella está ahí es porque le gusta, esta idea viene de la mano de los hombres que se perciben como los buenos, aquellos que llegan a afirmar que las mujeres eligen siempre a los “malos”. De ahi surge el pensamiento de que las mujeres abusadas están ahí porque son débiles, como si eso justificara los actos. Una de las explicaciones a esta creencia es el miedo a fracasar como mujer, miedo “a quedarse sola”, a no casarnos o tener hijos, a no encontrar el amor.

Otra creencia muy establecida en nuestra sociedad es que “un hombre tiene que saber poner a las mujeres en su sitio”.  La violencia es justificada por la misma sociedad y la cultura, a los hombres se les enseña que para ser hombres de verdad es necesario aprender a usar la violencia para ser dominante sobre otros en especial sobre las mujeres. No hay nada peor que ser como las niñas y la diferencia con ellas se establece mediante la violencia. Y el hecho de que el machismo está presente en la cultura en general no ayuda en nada.

Como mito final, es que las mujeres que se mantienen en un matrimonio con violencia lo hacen porque obtienen algún beneficio. Esta idea es por demás controversial, es como si la gente creyera que es mejor estar aguantando abusos y agresiones solo por la estabilidad económica. A las mujeres que se separan también les afecta esta creencia errónea, cuando dejan a su pareja es mejor que no busquen algún beneficio de ello porque ya han vivido suficiente a costa de un hombre, como si fueran una carga para su pareja.

Como se mencionó anteriormente, estos mitos y muchos más son algunos de los causantes de que hoy en día la violencia hacia las mujeres esté tan presente. Son ideas tan arraigadas en el colectivo que son complicadas de remover o cambiar, por ello la labor de cada uno de nosotros es buscar cambiar la forma en como percibimos a los demás, de cómo nos comportamos, porque en cada uno de nosotros está que las mujeres y las niñas dejen de sufrir.

En Funeraria Carrillo estamos trabajando para apoyar a aquellas mujeres que han sufrido, no trabajamos solos, tratamos de que la atención sea integral. Si necesitan ayuda contacten con nosotros, estamos para acompañarlos de corazón.