Protección y cuidado a la salud mental en los centros laborales, propone Geovanna Bañuelos
A fin de garantizar el derecho a la salud y la atención de la salud mental de las personas en sus entornos laborales, la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, presentó una iniciativa para reformar diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo.
Al fundamentar ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, la senadora Geovanna Bañuelos explicó que el objetivo de la propuesta es establecer en la ley elementos que permitan identificar y atender riesgos psicosociales en el trabajo para garantizar un desarrollo integral de la persona.
“Los tiempos en los que vivimos serán recordados como el lustro del Covid-19, en donde nuestro equilibrio emocional se convirtió en una gran problemática de salud pública, evidenciando años de atraso en la protección y garantía a este derecho humano. No se puede comprender a la salud, sin la salud mental”, resaltó la legisladora.
Por ello, Geovanna Bañuelos explicó que al reformar el artículo tercero de la Ley Federal del Trabajo se establece que no se podrá discriminar por motivos de salud mental, así como que los entornos de trabajo deberán ser saludables física y mentalmente y que tendrán por objeto propiciar el bienestar de la persona.
“El trabajo es uno de los factores de mayor riesgo psicosocial, como lo ha señalado la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, mencionó.
Asimismo, se adiciona una fracción decimoprimera al artículo 25 para que se contemple un apartado dedicado a la promoción y protección del derecho a la salud mental de las personas trabajadoras mediante el Programa Integral para la Promoción y Protección del Derecho Humano a la Salud Mental en el Trabajo.
Dicho plan establece que se deberán dedicar dos días al año (uno al semestre) para que en los centros de trabajo se realicen jornadas por profesionales certificados en el área de la psiquiatría para apoyar a las y los trabajadores en el cuidado y protección de su salud mental.
“Es importante señalar que las jornadas tienen por objeto proteger la salud mental y propiciar entornos de trabajo no hostiles con las personas trabajadoras; por lo tanto, no podrán utilizarse como días de capacitación, adiestramiento empresarial o coaching. Su enfoque es sanitario, no productivo”, aclaró la legisladora Geovanna Bañuelos.
Asimismo, las personas físicas y morales que pretendan brindar estos servicios deberán estar debidamente registradas ante la Secretaría de Salud del Gobierno de México.
Por otro lado, se deberá crear un protocolo para recibir denuncias y procesarlas en aquellos casos en que cualquier persona del centro del trabajo, incluido el patrón, incurra en prácticas que vulneren la salud mental de las y los trabajadores.
Finalmente, se propone la eliminación del lenguaje y las conductas estigmatizantes y un esquema de flexibilización laboral. En última instancia, se faculta a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para emitir lineamientos que disminuyan considerablemente los factores de riesgo psicosociales en los espacios laborales.
En la exposición de motivos de la propuesta inscrita en la Gaceta Parlamentaria de la Comisión Permanente, se destaca que la Organización Mundial de la Salud determina que el trabajo ayuda al desarrollo del ser humano y, por lo tanto, fomenta su salud mental; sin embargo, un entorno laboral negativo puede lesionar la salud mental de las y los trabajadores.
“En México, el ausentismo laboral relacionado a padecimientos psicológicos representa una pérdida de 23.8% en la productividad de los empleados, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo”, apuntó la líder petista.
Además, destacó que entre los principales riesgos laborales relacionados con la salud mental están las políticas de salud y seguridad inadecuadas, malas prácticas de comunicación y administración, reducción en el poder de agencia de las personas trabajadoras, falta de apoyo, de todo tipo, a las personas trabajadoras, horarios laborales inflexibles, objetivos y tareas poco claras.
“En nuestro país, los patrones o las personas en puestos de poder abusan del mismo para intimidar a las y los trabajadores o simplemente, para despojarlos de su única fuente de ingresos. En otras ocasiones, los malos tratos de los patrones para con sus empleados es francamente indignante”, apunta Geovanna Bañuelos.
Por lo tanto, enfatiza que es esencial que el Estado mexicano a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social comience a transformar a los centros de trabajo en espacios libres de violencia.