Glorietas, de Vergüenza y en el Olvido
Cañón de Juchipila.- Hoy el paso de las lluvias, la decadencia en el presupuesto para el mantenimiento en carreteras, la falta de atención de las administraciones municipales y la inversión innecesaria para estas Glorietas del Bicentenario de la Revolución, hoy se encuentran deterioradas y en mal estado, la mayoría.
Lejos de dar una mejor imagen a los municipios, las glorietas del bicentenario, han sido abandonadas por las administraciones Estatales y locales, pues el mantenimiento es responsabilidad de todos los niveles de Gobierno.
Hoy en vez de generar una buena imagen, son espacios olvidados, descuidados y en algunos casos casi hasta intransitables, pues el deterioro de las carreteras hace que luzcan de peor forma y que además ocasionen algún daño a los vehículos que diariamente transitan por esta zona.
La Glorieta ubicada en el municipio de Juchipila y la otra muy cercana, en Apozol son de los Monumentos más dañados y que su transitar, es una “molestia” para los usuarios, “Don Rubén “N” expresó su inconformidad pues él, como concesionario de un transporte publico sabe el daño que estas generan a sus vehículos, pues los baches, las cunetas, la hierba y demás, ocasionan deterioros en los muebles”.
“Yo vengo todos los días y desde que se construyeron siempre es el mismo problema, pero ahora que entraron los nuevos gobiernos están peor que nunca”, expresó don Rubén “N”.
Fue en la administración del Gobernador de Miguel Alonso y con inversiones superiores – en ese- entonces de hasta 1 millón 920 mil pesos en 56 de los 58 municipios del Estado, que fueron construidas, buscaban realzar la imagen urbana y recordar esa emblemática fecha, hoy muchas están consideradas espacios de Vergüenza para las cabeceras municipales de la zona, salvo Huanusco, la mayoría en la zona están en el olvido.
Por otro lado autoridades de los distintos niveles de Gobierno no han informado acerca de algún proyecto de rehabilitación o mantenimiento inmediato para estas Glorietas, espacios que son transitados diariamente por cientos de vehículos, y que además la falta de reparación, hoy día las hace recordar como se les nombró desde hace años, las “Glorietas de la muerte”, coinciden transportistas y chóferes de todo tipo de vehículos.