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PORFIRIO MUÑOZ LEDO FUE ESTADISTA, SOCIALDEMÓCRATA, HOMBRE DE IZQUIERDA, MAESTRO, AMIGO Y CONSTRUCTOR DEL MÉXICO DEMOCRÁTICO Y LIBRE QUE TENEMOS: AMALIA GARCÍA MEDINA

• La zacatecana Amalia García fue oradora en el homenaje de cuerpo presente que el Congreso de la Unión le rindió a Muñoz Ledo

• Extrañaré sus platicas, sus enseñanzas y su amistad, dijo la diputada federal

Ciudad de México.- Amalia García Medina, diputada federal por Zacatecas, fue oradora en el Homenaje de cuerpo presente que el Congreso de la Unión rindió a Porfirio Muñoz Ledo, quien falleció el pasado domingo 9 de julio a los 89 años de edad.

La legisladora de Movimiento Ciudadano expresó que Porfirio Muñoz Ledo fue estadista, un socialdemócrata y un hombre de Estado que contribuyó en gran medida a la construcción del México democrático y libre que hoy conocemos; resaltó que siempre propició el avance en temas vanguardistas con base en el diálogo y la búsqueda permanente de acuerdos y consensos que permitieran un avance en la Reforma del Estado Mexicano.

Amalia García también resaltó que Porfirio Muñoz Ledo fue un aliado en la lucha de las mujeres por conquistar la paridad de género en los espacios de la política mexicana, prueba de ello, es que fue una pieza fundamental para que el Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde militaban, se convirtiera en el primer instituto que puso las cuotas de género en sus candidaturas a cargos de elección popular.

“Cuando estábamos en el PRD, fue junto a Porfirio Muñoz Ledo que las mujeres conseguimos, por primera vez en la historia de los partidos políticos en México, que se estableciera la cuota de equidad de género, para que no pudiera haber más del 70 por ciento de las candidaturas de un género y no menos del 30 por ciento del otro; hecho que sentó un precedente histórico para que en nuestra actualidad las candidaturas a cargos de elección popular sean del 50 por ciento para hombres y 50 por ciento para mujeres”, reseñó la legisladora zacatecana.

En la máxima tribuna del país, García Medina recordó a Porfirio Muñoz Ledo como uno de sus grandes maestros, con quien acudía a las comidas familiares para escucharlo y tomar nota de su visión de México y del mundo, además de ser un gran amigo y un gran pensador.

A continuación se reproduce la transcripción de la intervención de la diputada federal, Amalia García Medina en el homenaje de cuerpo presente que el Congreso de la Unión rindió a Porfirio Muñoz Ledo:

Muy querida familia, Lorena, y a sus otros dos hijos, a los tres hijos de Porfirio Muñoz Ledo les expreso todo mi cariño y mi reconocimiento. Porfirio los amó como ustedes lo saben, profundamente.

La pregunta es: ¿cómo se despide a un amigo? ¿Cómo? ¿Cómo puede uno hablar de un amigo que ha fallecido? La mejor manera de hacerlo es realizar un recuento de lo que ha hecho y lo que ha significado en cada una de nuestras vidas.

En el caso de Porfirio Muñoz Ledo, no se trata solamente de las vidas de sus seres queridos más cercanos, de sus amigos y amigas, también se trata de la vida del país. Porfirio, como se ha dicho y reiterado, era un estadista, un hombre de Estado, pero no cualquier hombre de Estado, porque los hombres de Estado hay, pero él era un hombre con visión clarísima de lo que se requería para el país.

Puedo decir que hay palabras y conceptos que describen a Porfirio, a ese hombre público, estadista, que tenía a la República como uno de sus grandes objetivos, por eso creó la fundación Por la República; para él no era solamente una palabra, era la República con sus instituciones, con la democracia y la libertad.

Es cierto que Porfirio Muñoz Ledo transitó por múltiples partidos políticos, ahí está su vida, es un libro abierto, pero en todos imprimió una visión porque abrazó causas. Por ejemplo, en el PRI, en ese partido hegemónico que abarcaba todo, en donde no se podía consentir una disidencia, ¿qué hizo Porfirio desde el poder? porque también fue un hombre de poder; y desde ahí, él impulsó la cultura y la educación, fue Secretario de Educación.

Fue Secretario del Trabajo y se comprometió con una visión del trabajo que puso en el centro: garantizar, no dádivas, sino empleo y salario digno. Durante el tiempo que Porfirio Muñoz Ledo fue Secretario del Trabajo, el salario mínimo alcanzó su nivel más alto hasta los años recientes, durante 30 años no hubo salario mínimo más alto que el que impulsó porque se comprometió con las luchas de los trabajadores.

Algo que el neoliberalismo muestra como un logro, que es la falta de huelgas en el movimiento sindical, Porfirio las alentó desde la Secretaría del Trabajo, su tiempo ahí fue la época en la que más huelgas hubo; pero también más conciliación, más impulso para el acuerdo que diera un beneficiar en las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras.

Porfirio militó en el PRI, pero supo, porque era un hombre de Estado, que la pertenencia a ese partido hegemónico tenía límites; por eso, junto con Cuauhtémoc Cárdenas, junto con Efigenia Martínez, junto con la izquierda que en ese momento actuaba en nuestro país con hombres como Gilberto Rincón Gallardo y muchos más, lo que hicieron fue plantearse que lo que había era insostenible y se decidieron por la ruptura, la ruptura con el poder, asumiendo todas las consecuencias que eso significaba.

Desde aquella época había frases que circulaban y eran parte de la cultura folklórica de ese momento político, una de ellas era: político pobre, es un pobre político; estaba concebida desde la visión de que solamente se podía hacer política estando en el poder. Con todo y ello, Porfirio con Cuauhtémoc, Efigenia y muchos más decidieron romper con todo y lo que significaban esas consecuencias.

En aquel tiempo no se trataba solamente de romper, lo que propuso Porfirio Muñoz Ledo, como hombre de Estado que amaba la República, fue trabajar por un nuevo régimen político, construir algo nuevo y trabajar por una Reforma del Estado Mexicano, lo que tuvo un gran costo, pues hubo más de 500 hombres y mujeres que lucharon por ese cambio y fueron asesinados en nuestro país, la memoria es fundamental para saber lo que aportó Porfirio y de dónde venimos.

Finalmente, en un gran debate que se realizó en Oaxtepec, Morelos, dentro del PRD había dos visiones: la del Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y la de Porfirio Muñoz Ledo planteó que se requería una salida donde el poder no podía aplastar a la oposición y aprovechar ese impulso de la sociedad para abrirle paso a la democracia y a la libertad.

El Ingeniero Cárdenas proponía impulsar un gobierno de salvación nacional y Porfirio Muñoz Ledo puso en el centro que se debía impulsar una transición pactada, una transición pactada porque en medio de la polémica, el debate y la confrontación de ideas que amaba Porfirio y que es parte de la democracia, también se debían impulsar los acuerdos para poder avanzar, no la polarización permanente, sino la búsqueda de acuerdos con la causa de la democracia, de la libertad y para fortalecer la República.

Porfirio estaba en contra del poder absoluto, rompió con la idea y la imagen del poder absoluto y, por eso, siendo Presidente de la Mesa Directiva de esta Cámara de Diputados, ante el Presidente Ernesto Zedillo, que llegó aquí a un informe de gobierno, Muñoz Ledo retomó una de las frases más importantes y memorables de las cortes españolas y la trajo aquí a este recinto, cuando respondió el informe le dijo al Presidente Zedillo: “nosotros, cada uno somos tanto como vos, pero todos juntos valemos más que vos”; es decir, hizo valer el poder de la Cámara de Diputados y del Senado como el equilibrio de poderes porque para esa era una convicción: no al poder absoluto, no el monopolio absoluto del poder y lo decía con autoridad porque lo había conocido desde las entrañas, porque lo había vivido en el sistema absoluto y autoritario del PRI y por eso tenía la autoridad, junto con otros más, para luchar en contra del autoritarismo.

También dijo una frase que retomó de aquellos filósofos a los que él acudía, siendo él mismo un creador de ideas, y dijo que debíamos pasar de la condición de súbditos a la condición de ciudadanos para construir la democracia, pasar de la condición de súbditos a la condición de ciudadanas y ciudadanos y eso es lo que tenemos que rescatar.

No puedo terminar mi intervención sin decir que Porfirio abrazó causas que eran vanguardistas hasta ese momento, ofrezco una disculpa si hago alusión a un hecho personal en el que participé directamente, se trata de la batalla en el PRD para conseguir la equidad de género, ese partido fue el pionero en que se implementaran las cuotas de género. Había una enorme oposición y junto a Porfirio fuimos a debatir y fue el primer partido político que estableció las cuotas de género, insuficientes en ese momento, pero se logró que no podía haber candidaturas más de 70 por ciento de un género, ni menos de 30 del otro era obvio que 30 por ciento iba a ser para las mujeres, pero se avanzó.

Siendo Muñoz Ledo Diputado Federal y Presidente de esta mesa directiva, en la última ocasión que ocupó esta tribuna, presentó una iniciativa de Reforma Constitucional, que está pendiente y que esta Cámara de Diputados debería discutir y aprobar, para garantizar igualdad efectiva sustantiva en todos los terrenos para mujeres y hombres en la política; es el legado de Porfirio Muñoz Ledo y honrar su su memoria tiene que significar que defendamos un estado con un régimen político libertario y democrático, en el que el debate y las ideas estén presentes; en el que podamos construir el país que nos incluya a todas y a todos en el marco de respeto y con nuestras diferencias.

Porfirio tenía una palabra que decía siempre a los amigos: la patria se salva la patria si tenemos visión de futuro y si tenemos esa visión socialdemócrata que lo alentó.

Yo, por mi parte, me duele, me duele profundamente y voy a extrañar esas comidas a las que acudía en su casa. Aquí está Lorena, su hija, presente. Comidas en las que en realidad él no comía, yo comía y llevaba siempre mi cuaderno y mi pluma para tomar nota porque él hablaba. Porfirio fue mi maestro, mi amigo de más de 35 años, el estadista, el hombre de izquierda y el socialdemócrata.

Lamento y me duele mucho su muerte, al igual que a todos los que estamos aquí, pero también creo que debemos celebrar su vida.

¡Muchas gracias!