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ANHELAN UN PINOCHET

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ANHELAN UN PINOCHET

La institucionalidad del ejército incomoda a la derecha

El Presidente López Obrador salió “al quite” cuando en la más reciente mañanera se pregunta al Secretario del Defensa Nacional allí presente sobre los señalamientos vertidos por el grupo internacional de expertos dónde aseveran que tanto el ejército como la marina no cooperan con la investigación sobre lo ocurrido con los normalistas de Ayotzinapa.

López Obrador recordó que es el comandante en jefe de las fuerzas armadas y como tal externó que tal aseveración no es cierta, reiterando su compromiso de que todo se conocerá, en la misma línea anunciada el día anterior por Alejandro Encinas que fijó el compromiso del gobierno federal de acatar las treinta recomendaciones de los expertos forenses

Es evidente que el presidente cuida con especial esmero las fuerzas armadas, además de dar la cara ante los cuestionamientos de que son objeto, les asigna responsabilidades estratégicas en el desarrollo nacional como la administración de aeropuertos y ferrocarriles próximos a operar

¿Es el presidente rehén de los militares? Nada más alejado de eso, Con López Obrador, por primera vez en la historia de México, los militares acatan las reglas que gobiernan en su actuación, ya no les es tolerado ejecutar extra judicialmente, torturar, allanar hogares y secuestrar

El mal entendido orgullo militar seguramente vivió con humillación la ceremonia en dónde la hija de Lucio Cabañas tomó la palabra en nombre de quienes en el tenebroso Campo Marte fueron sometidos a salvajes torturas durante los trágicos sexenios de Luis Echeverría y López Portillo, buena parte de los cuales fueron desaparecidos de la faz de la tierra ¿Qué presidente había ejercido tal nivel de autoridad sobre el ejército?

El presidente supo desde un primer momento que su gobierno no tendría el grado de estabilidad suficiente si no construye la relación institucional más sólida con el ejército y la marina, sabe que el pensamiento político de sus respectivos miembros no es homogéneo, que en su seno se incuban las diversas ideologías de la sociedad, lo que no les impide el gran sentido de institucionalidad que les distingue.

Son educados con sentido de estado como ningún otro cuerpo de servidores públicos de naturaleza civil

CIVILISMO HIPÓCRITA

En nuestro país hay civiles que sueñan con un Pinochet, así lo mostraron las redes de los que celebraron el discurso de insubordinación pronunciado por el general retirado Calderonista  Demetrio Gaytán Ochoa en los inicios del sexenio y frente a la plana mayor de la SEDENA , la neutralización de todo intento de involucrar a los militares en la resistencia a las transformaciones en curso es un imperativo político muy bien logrado

Hoy, los círculos que ayer callaron las atrocidades de  uniformados contra la población civil, que no protestaron por las ejecuciones sumarias de Tlataya, que guardaron silencio ante la fabricación de delitos como los padecidos por una conocida familia de Sombrerete y silenciaron los hechos de Villa de Coss dónde soldados mataron una pareja de adolescentes y para encubrir su error pusieron armas a los cadáveres para simular un enfrentamiento, son los que ahora hablas de militarización, ahora que por primera vez su participación en tareas de seguridad pública es constitucional y legal

El presidente llama a distinguir entre la responsabilidad de personas integrantes de una institución y la institución misma, algo que ´no acostumbran los debatientes en las cámaras legislativas, los declarantes partidistas y los que desde los medios exponen juicios arbitrarios por generalizantes, algo que la gente común hace habitualmente cuando distingue a la “oveja negra” en una familia para no meter en el mismo costal a todos sus integrantes, pero la clase política no posee esa sabiduría y suele extrapolar un hecho específico con protagonista específico para golpear a una institución (pasa con los partidos, los poderes, la iglesia católica, etcétera)

ENCUBRIR ES TRAICIONAR INSTITUCIONES

En los hechos de Ayotzinapa concurren agentes de estado de carne y hueso. En el encubrimiento de esos hechos las instituciones son traicionadas.

Nada hace más daño a cualquier institución del mundo que el encubrimiento de los miembros que fallan en aras de la consigna de la complicidad legitimada que reza: “La ropa sucia se lava en casa”

La iglesia católica ha sido socavada, todavía más que por los pederastas, por los altos jefes de la jerarquía que optan por el encubrimiento

la denuncia que el pasado jueves hicieron las organizaciones Bishop accountability y Spes Viva (fundada por la empresaria de Monterrey Cristina Sada) dieron a conocer la lista de encubridores de pederastas en dónde figuran figuras eclesiásticas como Norberto Carrera, Sandoval Iñiguez, tres obispos en funciones y otros obispos retirados

La SEDENA, como la iglesia, si encubre, se traiciona. Si castiga lo castigable, se fortalece

Nos encontramos el lunes en Recreo

@luismedinalizalde-luismedinalizalde@gmail.com