Dra.Norma Julieta Del Río Venegas

El riesgo que representan las fake news

La desinformación es un obstáculo para el derecho a saber. En la era digital, la rapidez en la generación y difusión de información debería ser una herramienta valiosa para la toma de decisiones informadas; sin embargo, las y los ciudadanos nos enfrentamos a un desafío creciente que amenaza la esencia misma de la transparencia y la democracia: la proliferación de noticias falsas que genera desinformación y nos aleja de nuestro derecho constitucional.

La desinformación es un riesgo tangible para la calidad de la información que consumimos. Cuando las noticias falsas (también llamadas fake news) inundan, estas saturan a los consumidores. De esta forma, las personas enfrentan el desafío de separar la realidad de las verdades a medias (o incluso de mentiras intencionadas), una tarea cada vez más complicada si no se cuenta con filtros adecuados.

Uno de los mayores impactos de las noticias falsas es su capacidad para afectar nuestras decisiones cotidianas. Desde decisiones de consumo hasta políticas, la desinformación puede influir sutilmente en nuestras elecciones, llevándonos por caminos equivocados y debilitando la esencia misma de una sociedad informada y participativa.

Para contextualizar, acorde a la UNESCO, el 87% de la población en 16 países, incluido México, considera que la desinformación es capaz de afectar las elecciones de representantes. Mientras que el 67% señaló que las noticias falsas se extienden a través de las redes sociales de forma regular.

Combatir este fenómeno requiere un esfuerzo conjunto de la sociedad, los medios de comunicación, las plataformas digitales y, también, de agencias como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

La verificación de noticias, la promoción de la “alfabetización mediática” y la penalización de las noticias falsas son pasos esenciales. Además, las plataformas tecnológicas como las redes sociales o los buscadores de internet deben asumir la responsabilidad de regular y filtrar contenido, evitando que las noticias falsas se propaguen sin restricciones.

En mi papel de Comisionada del INAI he sido testigo del daño que la desinformación puede generar. Se ha cuestionado el papel de la Institución en el combate a la corrupción, cuando nuestro objetivo se dirige específicamente a garantizar el acceso a la información.

También se nos señala desde los más altos niveles políticos como encubridores de actos de irregularidades, cuando en realidad el Pleno del INAI resuelve y abre documentos para que periodistas y la sociedad organizada trabaje en el proceso de rendición de cuentas. Esta información descontextualizada y errónea es capaz de generar crítica sin sustento, así como formar un criterio social basado en la ignorancia.

La desinformación y las noticias falsas representan un riesgo para alcanzar plenamente los beneficios del acceso a la información, que se resume en el acceso a otros derechos como la salud, el trabajo, la justicia, la educación o la vivienda digna.

En esta era digital, la transparencia y la verdad deben ser salvaguardadas con urgencia. El marco normativo debe preservar la integridad de nuestra sociedad y asegurar que las personas estén capacitadas para tomar decisiones que beneficien tanto a nivel personal como colectivo.

La lucha contra la desinformación es una tarea con la cual el INAI está comprometido para construir una mejor democracia en el país.

@JulietDelrio