Pepe Olvera afirma que en el PRI la lucha política debe darse desde adentro.
El Delegado del CEN del PRI afirma que todas las opiniones enriquecen, pero para opinar o protestar, se debe estar dentro del Partido.
Tras afirmar que todo partido político necesita de la lealtad de sus integrantes, el Delegado del CEN del PRI, José Marco Antonio Olvera Acevedo adelantó que en este Partido la disciplina y la lealtad política siempre han sido prioritarias y fundamentales, y no tiene por qué cambiar este modelo, porque gracias al cumplimiento de ambas premisas el PRI se mantiene vigente a pesar de sus 95 años de vida.
Olvera Acevedo comentó que desde su fundación, en 1929, el tricolor amalgamó ideas y expresiones de diversas corrientes políticas y les dio conducción institucional, estableciendo la racionalidad política y una vida estable en el incipiente Sistema de Partidos Políticos.
Por eso ahora en el PRI no asustan ni incomodan las voces discordantes de aquellos priístas que en cada elección no quedan conformes porque perdieron o no alcanzaron alguna candidatura. Esa es la dinámica y la vida diaria de un Partido, por ello, solamente queda pedir a los inconformes que expresen sus posicionamientos al interior del Partido, donde están las soluciones. Eso es construir Partido en la diversidad, agrego Pepe Olvera.
Por ello, dijo, el presidente estatal del PRi, Carlos Peña Badillo ha sido enfático al señalar que en este partido se lucha siempre por la unidad, no por la unanimidad, entendiendo que en una institución política nunca habrá coincidencia plena porque todos sus integrantes tienen intereses propios e ideas propias.
Finalmente José Marco Antonio Olvera Acevedo afirmó que el PRI ha hecho escuela en el respeto a sus documentos básicos y a todos sus órganos de gobierno, como el Consejo Político Estatal o los Consejos Municipales. Ante estos órganos no solo la militancia, sino también sus dirigentes, deben aceptar que el cumplimiento de las normas y los principios internos son la garantía de nuestra supervivencia interna y de nuestra fortaleza política.