Institucionales

Redoblar la erradicación, prevención y detección del trabajo infantil, solicita Geovanna Bañuelos

La senadora Geovanna Bañuelos llama a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, así como a sus homólogas en las 32 entidades federativas a redoblar las acciones de prevención, detección y erradicación del trabajo infantil.

Mediante un punto de acuerdo presentado a la Comisión Permanente, la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT) también solicita realizar inspecciones extraordinarias para detectar el trabajo de menores de edad y atender denuncias de vulneración a los derechos de la infancia, con el objetivo de detectar, castigar y erradicar el trabajo infantil.

Asimismo, pide a la Secretaría de Educación Pública, y a sus homólogas en las 32 entidades federativas, garantizar el derecho humano a la educación de niñas, niños y adolescentes y se reforzar o en su caso, implementar planes y estrategias para evitar la deserción escolar ocasionada por el trabajo infantil.

En el documento inscrito en la Gaceta Parlamentaria, la legisladora por Zacatecas reconoce que el trabajo infantil es una problemática global que priva a millones de niñas, niños y adolescentes de su infancia, su potencial y su dignidad.

“En el caso específico de México, hay 3.7 millones de menores de entre cinco y 17 años trabajando, la mayoría en malas condiciones, con jornadas largas y bajo esquemas que limitan sus derechos básicos”, destacó la senadora Geovanna Bañuelos, coordinadora del GPPT.

Informó que la mayoría de los niños que trabajan se ocupan en actividades no permitidas, mientras que para las niñas la principal ocupación son los quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

De acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2022, realizada por el Inegi de los 2 millones de personas en ocupación peligrosa, 1.1 millones (54 %) se encontraban en sectores económicos de actividad peligrosa, como agricultura, construcción, minería, industria química, entre otros.

Por su parte, 1.1 millones (57.5 %) niñas, niños y adolescentes realizaron actividades que afectaron su salud y desarrollo como cargar cosas pesadas o que les provocaron problemas físicos. Otros 437 mil (22.2 %) tuvieron horarios de trabajo prolongados y 846 mil (42.9 %) desarrollaron actividades con exposición a riesgos y 210 mil (10.6 %) laboraron jornadas no apropiadas como aquellas con horarios mixtos, nocturnos o rotaron turnos.

“En México, particularmente, otra de las cifras agobiantes es la duración de las jornadas laborales que enfrentan los menores de edad. Según la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil del Inegi, el 15% de los menores en situación de trabajo infantil laboran más de 48 horas a la semana; este nivel es incluso superior a lo que permiten las leyes para los adultos”, mencionó Geovanna Bañuelos.

Y sostuvo que las consecuencias del trabajo infantil son devastadoras tanto a nivel individual como social. A corto plazo, los niños trabajadores están expuestos a riesgos para su salud física y mental, como lesiones, enfermedades, malnutrición y estrés.

A largo plazo, las secuelas pueden ser aún más graves, incluyendo un menor desarrollo cognitivo, dificultades para aprender, mayores tasas de abandono escolar y una menor productividad en la vida adulta.

Geovanna Bañuelos señaló que una de las principales causas del trabajo infantil es la pobreza que orilla a las familias a enviar a sus hijos a trabajar para complementar los ingresos del hogar, atrapándolos en un ciclo de pobreza intergeneracional.

“Asimismo, el trabajo infantil perpetúa la desigualdad y la exclusión social, generando un círculo vicioso de pobreza y marginación”, subrayó.

Por ello, dijo, es urgente eliminar esta conducta en el país y garantizar a este grupo poblacional sus derechos humanos. “Para erradicar el trabajo infantil es necesario un enfoque multidisciplinario que aborde las causas subyacentes del problema. Esto implica invertir en educación de calidad, promover el crecimiento económico sostenible, fortalecer las redes de protección social, combatir la pobreza y la desigualdad, y hacer cumplir las leyes que prohíben el trabajo infantil”, concluyó Geovanna Bañuelos.

El punto de acuerdo fue turnado a la Primera Comisión de la Comisión Permanente para su análisis y posterior dictamen.