Instituto 3E

Retrocesos educativos en México.

El promedio de escolaridad en el país es de 9.7 años; es decir, México es un país “de secundaria”, de acuerdo con el proyecto Aprender Parejo, de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad (IEEC) de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey y la organización México Evalúa.

Además de la deficiencia en la comprensión de lectura de los alumnos, el poco dominio de operaciones matemáticas básicas, la alta deserción escolar (sobre todo en bachillerato), y la gran cantidad de escuelas públicas que carecen de servicios básicos como lavabos, electricidad, agua potable, internet, materiales didácticos, etc. Desde el sexenio pasado del ex presidente Andrés López Obrador, la estructura educativa y las diferentes estrategias educativas no fueron las óptimas para el desarrollo educativo de los alumnos, y en el presente sexenio no se ve que exista un cambio significativo en este aspecto, ya que las políticas educativas actuales son una consecuente de las anteriores; aún cuando la presidenta Claudia Sheinbaum mencionó en su campaña, de convertirse en “la presidenta de la educación”, parece lejano.

Los principales elementos de esa crisis educativa son el bajo nivel de aprendizaje en general, ausencia de organismos e instrumentos de evaluación, carencia de diagnóstico tras la pandemia de covid-19 y el rezago educativo provocado por la misma pandemia, incremento en el número de becas que agravan las desigualdades; distribución de presupuesto para infraestructura escolar sin asesoría, falta de capacitación y estímulos a los maestros y recorte presupuestal, además que se han quitado los exámenes de admisión para la educación media superior, lo cuál genera una injusticia educativa para quienes tienen un buen promedio con respecto a quienes no.

Se estima que en el ciclo escolar 2023-2024 había 34 millones 941 mil 380 alumnos en todos los niveles educativos del país; lo cuál genera una gran responsabilidad para nuestras autoridades y los docentes de todo el país; debemos exigir mejores condiciones educativas para nuestros alumnos, así como una formación integral que les permita su desarrollo personal y profesional en el mundo laboral actual.