Las Enseñanzas De Los Que Ya No Están
Aprender es siempre un regalo incluso cuando el dolor sea el maestro
Anónimo
El pasado sábado 15 de mayo se celebró en México el día del maestro, en el cual se conmemora a todos aquellos profesionistas dedicados la educación, uno de los pilares, probablemente el más importante de las civilizaciones modernas. Esta fecha un poco peculiar ya que no existe un consenso universal sobre el día en el que celebrar, en México es el 15 de mayo, pero en cada país es un día diferente y por motivos diferentes. Pero sin duda el motivo central es celebrar a todas esas personas que dedican la mayor parte de su vida a una profesión tan noble y complicada como la enseñanza.
¿Cómo encaja todo esto con el tema que vamos a tratar? Los trascendidos también son maestros, nos siguen enseñando cosas valiosas a pesar de ya no estar físicamente con nosotros y ¿Cómo sucede esto? En primera instancia, a través de todo aquello que aprendimos cuando aún se encontraban en este plano de existencia, ¿Qué es los que esos seres maravillosos nos enseñaron? Nadie es tan pobre como para no dejarnos alguna enseñanza valiosa. ¿Nos enseñaron a ser buenas personas? ¿A ser amables con los demás? ¿A ser empáticos? ¿Nos mostraron el valor y la importancia del trabajo duro? ¿Qué fue los que nos dejaron? De manera muy personal a mi me enseñaron a ser alguien amable, tolerante y sincero con los que me rodean. Sería interesante que cada uno hiciéramos este ejercicio de reflexión.
Las personas trascendidas también nos enseñan a través de la muerte, nos dejan lección de vida. Aunque parezca paradójico y hasta incoherente cuando nos enfrentamos ante la muerte es cuando podemos ver de forma más clara los mensajes de la vida. Luego de que pasamos los momentos de shock, lo cuales devienen justo después de estar frente a la muerte tanto de otras como la propia, después de que superamos todo el estrés causado por el trauma es cuando vienen las enseñanzas, solo queda reconocerlas.
Estas enseñanzas no nos son dadas como en la escuela, no hay un docente que de manera didáctica nos de lecciones y nos hable de la importancia de ellas. Todas las cosas que aprendemos a través de la muerte de seres queridos vienen en pequeñas dosis y es nuestro deber hacer un esfuerzo para percibirlas, entenderlas y aplicarlas en la vida diaria. Quizás la enseñanza más importante que podemos obtener es la de apreciar la vida. Por más raro que parezca regularmente no le damos importancia a la vida, “vivimos” sin darnos cuenta de lo valioso que es justamente estar vivo. A partir de que presenciamos la muerte nos podemos dar cuenta que la vida está ahí para nuestro disfrute, para aprender, para fallar, caer, llorar y volver a levantarnos.
Pero considero que la enseñanza mas importante que nos pueden hacer las personas que perdimos es el amor, el promover el amor como una parte integral de la vida. Expresar el amor y el cariño que sentimos por nuestros seres queridos, no solo en ocasiones especiales, sino cada que sintamos la necesidad de expresarlo. Porque al fin y al cabo por más intenso que sea el amor que tenemos por nuestros familiares o amistades de nada sirve si no se expresa, solo queda en la intención. Nada en la vida ocurre por casualidad. El hecho de que la muerte se enfrente a nosotros es un mensaje urgente de que hay que dar lo mejor de sí en todo momento. Las prioridades cobran un interés diferente, ¿Cuáles son las prioridades en mi vida y como las quiero llevar a cabo? ¿Qué estoy haciendo por enriquecerme a mí mismo y a los demás?
Todo esto es en realidad una oportunidad para despertarnos y ver con otros ojos nuestras acciones. De esta forma podemos llegar a entender que los errores del pasado nos sirven solo de enseñanza, pero no como motivo de culpa. Entender que el momento, el instante, el presente es lo único seguro y la única obligación que tenemos. El futuro ya llegará y está fuera de nuestro control. Entender que pelear por tener la razón no trae felicidad. Entender que pocas cosas son urgentes y solo lo verdaderamente importante nos debe ocupar. Entender que el dar trae más satisfacciones que el recibir. Entender que la tranquilidad del deber cumplido es más importante que el deber que todavía no ha llegado. Entender que la fuerza está dentro de nosotros y no en los otros. Entender que el valiente es aquel que siente miedo, pero a pesar de él, continua con su misión de vida. Entender la diferencia entre lo temporal y lo permanente para abordar los problemas con este criterio. Entender que el amor es lo que mueve al mundo y finalmente aceptar que el único legado posible a las próximas generaciones son nuestras manifestaciones de amor.
Para ustedes ¿cuál ha sido la enseñanza, lección, o aprendizajes que les dejaron aquellos seres perdidos que ya no están entre nosotros? En Funeraria Carrillo aprendemos algo valioso cada día de las personas que nos eligen para darle el ultimo adiós a sus seres queridos. Recuerden antes, durante y después los acompañamos de corazón.
Grupo Terapéutico Carrillo