De la Cámara a la Perla del Cañón: Datos del Gobierno no le favorecen
En 2018 muchas y muchos mexicanos cansados de los gobiernos anteriores participaron en el ejercicio electoral más grande en la historia de nuestro país, motivados por la esperanza de un cambio.
Un cambio que aún antes de comenzar, sabíamos que no llegaría, por muchas razones, pero principalmente porque gran parte de aquellos políticos que fueron los causantes del repudio a los gobiernos federales anteriores, eran los mismos que formaban parte del equipo de la propuesta del cambio actual.
No obstante, el discurso del tres veces aspirante a la Presidencia de la República parecía ahora sí haber penetrado en la sociedad y vendió muy bien la esperanza que tenemos todos los mexicanos de que nuestro país sea un mejor hogar para nosotros y nuestros hijos.
Pero apenas iniciando el 2022, a la mitad del sexenio, parece que el cambio no fue más que de color y de partido, no solamente porque como digo, los mismos políticos del PRI y el PAN de antes, hoy están en el gobierno de Morena, sino porque si de resultados se trata, el panorama es preocupante.
Seguridad nacional en Zacatecas
Este no es un tema actual, pero sí muy vigente en gran parte de nuestro estado, nada menos actualmente Zacatecas se encuentra catalogado como la entidad más peligrosa del país con una tasa de 9.2 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes.
Es decir, Zacatecas hoy en día, es más peligroso que estados como Tamaulipas, Baja California y Chihuahua, estados en donde se localizan ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez y Reynosa, históricamente peligrosas.
Desafortunadamente también, dos de las diez ciudades consideradas como más peligrosas por sus propios habitantes, se encuentran en la lista, Fresnillo en primer lugar y Zacatecas en el sexto.
A nadie nos gusta presentar cifras negativas, pero es importante saber en dónde estamos y cómo vamos para poder atenderlas.
¿Por qué salen estas cifras a tema? Bien, durante 18 años, el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseguró tener todos los remedios a nuestros problemas como país, criticó el manejo de la seguridad de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, quizá con justa razón, pero hoy que él se encuentra el frente, literalmente con todas las herramientas para revertir eso, hoy su gobierno suma ya casi 106 mil muertos por homicidios dolosos, o sea que en tan solo tres años de su administración, está por alcanzar al número de víctimas que sumaron Calderón o Peña, pero en sus 6 años respectivamente.
Y si bien desconocemos cuál sea su estrategia, porque no podemos tomar como cierta la de “abrazos, no balazos” nombrada así por él mismo. Cierto es que Zacatecas no forma parte de las prioridades de su estrategia, pues nunca se tuvieron las cifras delictivas tan altas que penosamente hoy se tienen.
A finales de noviembre el Presidente visitó Zacatecas y aseguró al Gobernador David Monreal que le iba a “echar la mano” con la llegada de cientos de militares y elementos de la Guardia Nacional, acto que yo mismo celebré y celebro, pero desafortunadamente los hechos no ayudan, pues no hace falta decir que hace apenas unos días nuestro estado nuevamente fue noticia nacional por temas de inseguridad con aquél terrible hallazgo de Plaza de Armas de la capital.
Así pues, ni el Presidente, ni el Gobernador se hacen responsables de las cifras negativas que cada uno prometió que bajarían, en cada una de sus aspiraciones, tres de López Obrador a la Presidencia y tres de David a la gubernatura.
Con Morena todo cuesta más
El tema no es solo la seguridad, otro de los tópicos que más pegan al mexicano y al zacatecano es el tema de los costos en los productos de la canasta básica y de los principales servicios.
Desde una perspectiva seria, sabemos que la inflación no es un problema ocasionado necesariamente por los gobiernos, y que en las últimas décadas todos las administraciones federales han tenido que lidiar con eso.
Sin embargo, no olvidemos que aún sabiendo esta información, el actual Presidente López y muchos de sus colaboradores, utilizaron como estandarte el culpar a los gobiernos por el alza de los precios de todas formas.
Los acusaron de ser los culpables cada vez que la tortilla, el huevo, el aceite, las frutas, verduras, cereales, la carne y demás subía de precio, lo mismo con la gasolina, la luz y el gas.
Los culparon tanto, que capitalizaron ese enojo general de la sociedad en contra de los partidos de los gobiernos anteriores, como si además los malos fueran las instituciones y no las personas.
Incluso, ya aprovechados de la situación de enojo de la población, se atrevieron a prometer que al llegar a la Presidencia, como si fuera por arte de magia, todos los precios de los productos de la canasta básica y de los principales servicios bajarían casi inmediatamente.
Hoy, a poco más de la mitad del sexenio, los precios volvieron a subir considerablemente, y a pesar de que en Morena se excusan diciendo que por lo menos ellos promovieron el aumento del salario mínimo, cierto es que aunque eso es real, desafortunadamente poco ayuda, pues sí, se gana más, pero también se gasta más, y al final, la ecuación para saber si se está o no mejor, es ver cuánto queda al final de la quincena.
Las promesas de los nuevos gobiernos Federal y estatal son muchas, sus acciones son contrarias a sus propios compromisos y al final, el mexicano siempre queda en medio. Continuaremos con el tema la próxima semana.