CRISIS DE CALIDAD POLÍTICA
RECREO
CRISIS DE CALIDAD POLÍTICA
El senador yucateco Raúl Paz sacudió a la clase política al dejar al PAN y adherirse a Morena por el contexto en que toma la decisión (Unas cuantas horas antes de la votación en el Senado de la ampliación del plazo para que continúen los militares colaborando en seguridad pública). De otro modo el movimiento sería uno de muchos de los que hemos visto en el pasado y seguramente veremos en el futuro inmediato. No hay época ni país en donde no se registren cambios de filiación política e inclusive ideológica, hoy tenemos el vivo ejemplo en la persona de la primea ministra de Inglaterra, veterana en el oficio de cambiar de doctrina política y de posturas concretas en función de su conveniencia personal
A Raúl Paz hoy lo insulta hasta Lili Téllez, que por mérito propio se ha convertido en símbolo del vulgar oportunismo que se hace presente estado por estado y municipio por municipio, así sucede siempre, de repente sus compañeros dan a conocer que el que ahora acusan de traidor tiene un hermano sospechoso de feminicida (aunque no se sabe cómo pues en Yucatán gobierna el PAN) o que de seguro le prometieron una candidatura, es decir, nadie de sus ex compañeros le concede el beneficio de la duda de que estemos ante un cambio de opinión honesta, como muchas de las que el ser humano toma en la vida cuando cambia de pareja o de religión sin que existan motivaciones vergonzosas
Apenas estamos entrando a la temporada en la que muchos anunciarán cambio de parecer en la política, habrá quienes buscarán un “campito” en la aún amorfa alianza opositora después de que Morena no llene sus expectativas, aunque el flujo migratorio más poderosos es el que buscará que Morena abra las puertas por una razón más que obvia: La inminente victoria electoral de la Cuarta transformación la admiten todos, los que la anhelan y los que no quisieran
Hay dos maneras de practicar la política, la de los que la ejercen como una vocación profesional, como una carrera con metas individuales y las que participan motivados por una visión de conveniencia general, que suscriben ideas básicas como sustento de su quehacer público. Los desenlaces electorales inician, finalizan, reanudan o interrumpen carreras políticas individuales. Para los que son animados por proyectos colectivos un desenlace electoral determina el escenario del proyecto a realizar
OPORTUNISMO EXACERBADO
Muchos políticos que se consideran “en edad de merecer cargos” se posicionan en la ambigüedad planeada, mandan señales de coincidencia al bloque rival con dos fines, uno: persuadir al contrario de que puede dejar de serlo y otro: Lograr posiciones en el bando en el que se está mediante la advertencia de que “si unos brazos me desprecian otros me están esperando”. Tal juego está en su apogeo
Los partidos en su caída mantienen hasta sus últimos días una motivación para seguir portando la camiseta: El control del dinero del partido, lo que no satisface los anhelos de los que ejercen la profesión de la política, para cubrir las deserciones, las burocracias partidistas salen a la pepena de descontentos de medio pelo dispuestos a figurar como candidatos, no hay otro modo de refrendar prerrogativas
El “chapulineo” se torna preocupante para una sociedad cuando se practica con tanta intensidad que desplaza o extingue a los núcleos doctrinarios, a los que les motiva un proyecto general de país que confrontan con otro u otros proyectos que se someten mediante reglas establecidas a la voluntad mayoritaria, cuando eso sucede, la colectividad no tiene opciones reales y el rumbo de un país se somete a los dictados de minorías poderosas
EL VULGAR ELECTORERISMO
Damos por hecho que el chapulineo exacerbado es una situación en la que la conveniencia particular derrota el interés general y que, por esa vía, la clase política se convierte en ejército de operadores de la corrupción, de la ambición que corroe ideales y valores éticos ¿no es exactamente lo que nos viene ocurriendo desde que se diseñó el sistema pluripartidista para remplazar el sistema de partido prácticamente único?
La clase política alejada de la vida popular que tenemos en gran proporción en México se opone a una reforma constitucional de contenido muy simple: Que se amplié el plazo de participación de las fuerzas armadas cuatro años más. Entre los que votaron en contra figuran ex gobernantes a los que los militares les sacaron las castañas del fuego por las insuficiencias de la fuerza pública a su disposición para dar un ejemplo de como el cálculo electorero pesa más que el interés general de la población
¿Cómo mejorar la clase política que tenemos sin sacrificar la libertad de cambiar de partido?
Nos encontramos el lunes en Recreo
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