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AGUILAR CAMÍN Y LA NEGACIÓN

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AGUILAR CAMÍN Y LA NEGACIÓN

Durante el cogobierno del PRI y el PAN que se pactó con Salinas de Gortari en 1988 y que duró los siguientes 30 años se puso de moda entre la intelectualidad seducida que la opinión pública se segmente en círculo rojo y en círculo verde, siendo el primero el de la élite y el segundo el de la mayoría de la sociedad. En 2020, Un grupo de enojados con la #Cuarta Transformación escucharon decir a Héctor Aguilar Camín que el electorado no le daría la mayoría de diputados al proyecto del presidente y por lo tanto, el presupuesto no sería el que propusiera sino el que dispusiera la oposición de 4 partidos que ya entonces lideraba Claudio X.  Afortunadamente su pronóstico falló y la política económica del Presidente ya es ampliamente reconocida como exitosa por los fondos de inversión, las calificadoras y la opinión pública internacional al mismo tiempo que las encuestas registran un sólido apoyo mayoritario entre los mexicanos

Aguilar Camín es el prototipo de intelectual que le sacó jugo a la necesidad de legitimarse del usurpador Salinas de Gortari y no se resigna a que nunca regrese la época en que los políticos suponían que sin que se hable bien de ellos en los medios de medios de comunicación no habrá futuro, en esa reunión virtual retransmitida en la mañanera, el autor de “La Guerra de Galio” recomienda descarnadamente el sabotaje judicial y exhorta a no quitar el ojo en los once ministros de la Suprema Corte, pero su principal fuente de optimismo es su convicción de que es en el círculo rojo donde se gesta el rechazo al régimen de López Obrador y que este rechazo luego baja al círculo verde. Según su versión, así sucedió en el pasado, primero el rechazo a la corrupción, a la inseguridad nación en el círculo rojo y luego bajó al círculo verde, provocando el voto de castigo que le dio el triunfo a López Obrador

SABE QUE NO ES ASÍ

Lo que dice Aguilar Camín es un disparate que dice conscientemente. Con erudición histórica sabe que muchos “círculos rojos” son sorprendidos por insurrecciones que nunca previeron, le pasó a la clase gobernante porfirista, a los regímenes socialistas de la esfera soviética, al PRI en 1988

El autor de “Morir en el golfo” sabe muy bien que es abajo dónde primero se perciben los males sociales porque ahí se padecen, sabe también que los medios de comunicación en México funcionan subordinados a gobiernos y ricos cuando se constituyen en sus fuentes principales de ingresos, que es el caso de los de mayor cobertura, sabe también que la gente lo sabe desde siempre y no descarto que alguna vez haya participado en las manifestaciones vividas en pasadas décadas dónde la consigna más sonora solía ser el de “prensa vendida”

¿Cómo explicar la deliberada falsedad de que lo que se concibe en el círculo rojo “embaraza” al círculo verde? El autor de “La Frontera nómada” aprovecha la proverbial orfandad intelectual de muchos políticos que han escalado posiciones invirtiendo en medios de comunicación, sobre todos cuando se dispone de dinero público para tal efecto siendo el último botón de muestra el de Peña Nieto, que entregó tanto dinero a dueños de televisoras, radiodifusoras y medios impresos  para que le quemaran incienso que debería ser un ídolo que dejara chiquito a Pedro Infante y no el despreciado artífice de las “reformas estructurales”

El “círculo rojo” echó toda la carne al asador contra la reforma eléctrica con tan malos resultados que votar en contra de la misma es motivo de reprobación mayoritaria, caso idéntico al de la reforma electoral, dónde todas las encuestas al respecto revelan que una contundente mayoría de mexicanos queremos reforma electoral para contar con un INE fortalecido e imparcial, para no seguir derrochando recursos públicos en partidos y para recortar el número de diputados y senadores

FUTURO LUMINOSO

Aguilar Camín como Krauze y otros, padece el infortunio de que los políticos descubrieron que no los necesitan como antes lo creían porque nunca como ahora es tan clara la diferencia entre la opinión pública y la opinión publicada, la constante expansión de las redes hace que no solo sean innecesarios como opinantes sino también como difusores.

En este sexenio nos tocó respirar el odio mediático al irreversible cambio, pero una vez que los periodistas y los dueños se convenzan de que la historia dejó atrás ese esquema emergerán nuevas actitudes

No muere la necesidad de informadores veraces, tampoco muere el anhelo de vivir el fluir del libre pensamiento en toda su esplendor

 

Solo sobrevivirá el periodismo que se gane a la gente con honestidad informativa y pluralidad de verdad

Nos encontramos el jueves en Recreo

@luismedinalizalde-luismedinalizalde@gmail.com