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Los cambios en los rituales funerarios

 

Ausencia de despedida tras la pérdida, despedida sin honores. Los rituales son algo inherente a las civilizaciones humanas, desde el comienzo de estas se han llevado a cabo rituales. Algunos de los rituales mas antiguos de los que se tiene registro son los que los druidas celtas llevaban a cabo en este rito, se buscaba armonizar las fuerzas de la naturaleza mediante el uso de agua de rosas, velas, violetas y miel. Para realizar este ritual, los druidas se bañaban con el agua de rosas y la miel unas horas antes de la puesta del sol del 27 de diciembre. Terminado el baño, se vestían con túnicas negras y entraban a lo más profundo del bosque para poder estar rodeados de naturaleza y llevar a cabo una suerte de meditación con la finalidad de entrar en contacto con ella. Este es uno de tantos ejemplos de rituales realizados en la antigüedad.

También se tiene registro de otros rituales por demás interesantes en la antigua Grecia se realizaba uno para lograr el paso de la adolescencia a la adultez en el cual a los varones se les dejaba solos y sin armas o alimentos en los bosques, si lograban sobrevivir se convertían en adultos. Así como este ritual han existido muchos otros y algunos se mantienen hasta nuestros días, el más importante es quizás en ritual funerario. Pero antes de entrar en tema es importante dar contexto a que son los rituales.

Un ritual es una serie de acciones realizadas principalmente por su valor simbólico. Su finalidad es demostrar el poder de quien realiza el ritual, integrar a ciertos individuos a la comunidad o vincularse con la religión y la espiritualidad. Son acciones que están basadas en alguna creencia, ya sea una religión, una ideología política, un acto deportivo, las tradiciones, los recuerdos o la memoria histórica de una comunidad, etc. El término “rito” proviene del latín ritus.

En psicología, el término “ritual”, puede referirse a una acción o serie de acciones que una persona realiza en un contexto dado que no tienen otro propósito o razón aparente, esta idea viene de la mano de los trastornos obsesivo-compulsivo, en los cuales las personas que lo padecen tienen la necesidad de realizarlos. El psicoanalista Sigmund Freud habló de los rituales como actividades que permitían a los individuos que los practican liberar sus tensiones. Al revisar los comportamientos religiosos, Freud notó que tenían un efecto catártico y de ahí provenía su intensidad, además, los rituales pueden tener múltiples objetivos, por ejemplo: la veneración de una deidad, el rechazo a una fuerza que se considera maligna o perjudicial, o simplemente como recordatorio de momentos agradables, como sucede en las fiestas de cumpleaños. Los rituales son prácticas que han acompañado a las personas toda su existencia y que en la época actual permanecen (con modificaciones o adaptaciones), como sucede en las prácticas políticas, deportivas, funerarias, de duelo y recreativas.

Retomando el tema con el último punto, los funerales son rituales en los que se busca despedir a los seres amados y cercanos, este ritual a pesar de estar encaminado a despedir y a encontrar paz y armonía mediante, en la mayoría de los casos llega provocar dolor emocional, un dolor insostenible que nos vuelve vulnerables y provoca que nos sintamos de formas inesperadas. Hay infinidad de detalles a tomar en cuenta en el ritual funerario, para empezar las propias tradiciones de las familias, no todas llevan a cabo los mismos ritos, debemos tomar en cuenta creencias religiosas, la visión de la perdida que tenga cada uno y las disponibilidades. Por ejemplo, una familia testigo de Jehová no rezaran ni realizaran ceremonia funeraria, a diferencia de una familia católica o cristiana.

Todos estos modos de llevar a cabo los rituales funerarios se han visto afectados por la pandemia que nos ha azotado durante los últimos 8 meses, el virus que provoca el Covid-19 no solo nos a afectado a nivel social, se han tenido que suspender actividades de la vida diaria, fiestas, ferias, incluso trabajos. Nuestra generación nuca había enfrentado eventos de tal magnitud.

Así como se han visto afectadas las actividades sociales anteriormente mencionadas los funerales también se han modificado, la secretaria de salud en pro del bienestar de la población desde el inicio de la pandemia estableció limitantes, algunos de los más importantes son el tiempo de velación de los trascendidos, antes los “velorios” duraban hasta tres días, ahora ser celebran en unas pocas horas, otro cambio fue la cantidad de personas que se permiten en las salas de velación, con anterioridad no había limites ahora el limites es 20 personas. Pero sin duda el cambio que mas ha afectado a la población en general es el hecho de que las personas que trascienden por causas relacionadas a enfermedades respiratorias ya no pueden ser veladas y se llevan directo a cremación o directo al cementerio, generando muchas veces dolor emocional tremendo.

La imposibilidad de despedir a los seres queridos causa un dolor aun mas profundo que el que ya provocaba una perdida, en muchos casos las familias ni siquiera están seguros de que aquellas cenizas que le fueron entregadas correspondan a los de su familiar. Para muchos de los trascendidos el destino ya no es el domicilio o la capilla sino el cementerio o el crematorio. Ese dolor tan profundo ya no recibe su remedio mas efectivo, a saber, un abrazo cálido y amoroso, ahora solo se reciben reverencias o miradas de pena. Al no tener la posibilidad de despedir apropiadamente al cuerpo del trascendido es probable que el duelo se complique y los familiares afectados necesiten apoyo psicológico.

Tras estos cambios nos hemos visto en la necesidad de reinventarnos incluso los especialistas en salud mental recomiendan que escuchar es la nueva forma de abrazar sin contacto físico, es por ello que en Funeraria Carillo contamos con los servicios Psicológicos de tanatología, en los cuales servimos a las personas que han perdido a un ser querido, todo esto sin costo y de corazón. Grupo Terapéutico Carrillo.