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La práctica de la responsabilidad de sí mismo, otro pilar de la autoestima

El mayor día de tu vida y la mía

es cuando tomamos responsabilidad total

 de nuestras actitudes

Continuamente escuchamos con los que nos rodean o nosotros mismos podemos cacharnos afirmando que por culpa de ciertas personas o de los papás hemos vivido las experiencias que hemos vivido, cuando eso pasó en el pasado; sin embargo, para vivir y sentirnos dignos de la felicidad, necesitamos experimentar la sensación de control sobre mi vida. Esto exige estar dispuesto a asumir la responsabilidad de nuestros actos, del logro de mis metas, lo cual quiere decir asumir la responsabilidad de mi vida y bienestar.

La responsabilidad de uno mismo es esencial para la autoestima, incluso es reflejo o manifestación de la autoestima, implica que soy responsable para la consecución de mis deseos, de mis elecciones, de mis deseos, soy responsable del nivel de conciencia que pongo en mi trabajo, en mis relaciones, de jerarquizar mi tiempo, de la calidad de mis pensamientos y mi comunicación, incluso de elevar mi autoestima.

Implica admitir que nadie me debe el cumplimiento de mis deseos y que la manera en como satisfaga mis deseos implica tomar decisiones y que esas decisiones tienen consecuencias, también es asumir la responsabilidad de esas consecuencias. Ser responsable de mis actos implica, no como destinatario, sino como agente causal, donde asumo la responsabilidad de mis elecciones y mis actos. Por ejemplo, decidir el nivel de conciencia que le pongo al trabajo, la relación familiar o de pareja, puede traer consecuencias de reclamo o incluso que no rinda como debiera.

Soy responsable acerca de la forma en como hablo o escucho, asumir la responsabilidad de mi propia felicidad me vigoriza, me devuelve la vida a mí mismo. Porque puedo elegir los valores por los cuales vivir y rechazar otros, lo cual va integrando la conciencia, la integridad y responsabilidad. Ser responsable no quiere decir tener control de todo, incluso a veces podemos poner en peligro la autoestima cuando nos empeñamos en controlar lo que no podemos, lo que sale del alcance del control; por ejemplo, la voluntad o las decisiones de otros.

La responsabilidad más que una acción pasiva es una actitud que nos lleve a la acción, vale cuestionarnos ante una situación ¿Qué puedo hacer al respecto? ¿Qué vías de acción me están abiertas? Si algo va mal, preguntarnos: ¿Qué he pasado por alto? ¿Dónde he calculado mal? ¿Cómo puedo corregir la situación?

A este respecto cabe mencionar lo que se conmemora el día de hoy 8 de marzo donde se hace lucha por las mujeres, considero que es importante la responsabilidad de cómo tratamos a la mujer o cómo le apoyamos en las tareas de la casa o responsabilidades familiares. Porque implica pensar de forma independiente no reciclando los prejuicios de otros.

A nivel moral implica aceptar que nadie va a venir a resolvernos nuestras situaciones y que nada justifica que nosotros empleemos a las demás personas para fines de nuestros deseos ni nosotros estamos a la disposición de nadie así seamos hombres o mujeres y que no existen roles de género que todos podemos ayudar en las labores de la casa y de la familia aparte del trabajo, esta distribución posibilitará bajarle tensión y trabajo a la mamá de la casa que ha cargado con tantas responsabilidades ahora en la pandemia, estos cambios de pensamientos los podemos implementar en casa.

En casa Carrillo seguimos acompañándoles de corazón. Mujer reconocemos tus luchas y tu convicción como la nuestra para hacer un mundo mejor, gracias por enriquecer nuestras vidas y forjar la esperanza en tiempos difíciles.