De la Cámara a la Perla del Cañón: Pronóstico del tiempo político
Con la reciente celebración del Día de Reyes, acabamos de dar fin a la época del “Guadalupe-Reyes”, esa bonita temporada en la que pareciera que todo en el ambiente es más amable en general y en donde nuestros días se llenan de luces, música, comida y por supuesto familia y seres queridos.
Y como pasa cada año, eso a su vez, marca el definitivo regreso a las actividades cotidianas, por eso, es que en desde ya comienza el trabajo y es momento de platicar acerca de algunos de los temas que sin duda, pronosticamos, marcarán la agenda política durante este año.
Dos de los grandes temas que se guardaron en 2021 y que este 2022 se retomarán son la tan sonada “Consulta de revocación de mandato” y la reforma eléctrica, ambos temas propuestos por el Presidente López Obrador, el primero según dice, como un ejercicio democrático, que más bien, como las consultas anteriores, tan costosas y divisorias, parece un acto propagandístico.
Y la segunda, una iniciativa que fue presentada precisamente a la Cámara de Diputados, que desde el primer día comenzamos a analizar pero que aún no se discute en tribuna.
Hablemos de la “Consulta para la revocación de mandato”, si bien, sí es una consulta que contará de toda validez legal, esto es así, porque así ha buscado el camino el titular del Ejecutivo, pero para muchos como yo, esto genera demasiadas dudas.
Por supuesto que estoy en contra de muchas de las cosas que se han hecho en este gobierno, pero las reglas del juego, dichas así en la propia Constitución de 1917 establecen que más allá de eso, el Presidente tiene que cumplir un periodo de 6 años, que en este caso durará unos cuantos días menos, porque la próxima administración ya no entrará en diciembre, sino en octubre, previsto así también en la propia Carta Magna.
Pero entonces, ¿Por qué? ¿Por qué hacer un ejercicio que costará millones de pesos para legitimar a un Presidente que, aun sin consulta, le restan poco menos de tres años de Gobierno?
Si gana, la consecuencia será que se habrán gastado millones de pesos en la organización de una consulta, para terminar votando a favor de la continuidad, continuidad que igual habría tenido sin hacer esa consulta, pero sin haber gastado tanto dinero.
Y si pierde, la Constitución deja en claro que no habría manera de que el país se quede sin Presidente, pues asumiría el cargo, en este caso, un Presidente sustituto designado por el Congreso de la Unión, pero más allá de solucionar quién asume el cargo, las verdaderas consecuencias son las que puedan llegar ante un cambio no presupuestado, de Presidente, es decir, la posible inestabilidad económica y social.
Pero bueno, independientemente a eso, otro conflicto que actualmente se tiene, es que el Gobierno Federal espera que el Instituto Nacional Electoral (INE) se haga cargo de la organización de dicha consulta, esto es obvio, pues es el organismo encargado. El problema es, que pretende que se haga de la misma magnitud y con la misma capacidad con las que se organizaron las elecciones federales en 2021, pero, con la mitad del presupuesto.
El INE se ha pronunciado al respecto para decir que cuenta con la capacidad organizativa para hacerlo, pero no con la capacidad financiera, por lo que ha respondido que en tanto no exista el presupuesto ideal, se encuentra imposibilitado.
A este vaivén de dimes y diretes ya se sumó la Suprema Corte de Justicia de la Nación que por lo pronto ya se pronunció para decir que es obligatorio llevar a cabo la consulta, lo cual nadie ha negado, pero aún se encuentra resolviendo sobre el tema de los dineros, habrá qué esperar la resolución y muchos desencuentros desde aquí hasta la consulta.
El otro tema, no menos importante, pero en otro contexto es la reforma energética propuesta a finales del año pasado por el Presidente López Obrador, una propuesta que viene siendo una “contra reforma” a la propuesta en 2013 por el entonces Presidente, Enrique Peña Nieto.
Ya en su momento, en este mismo espacio, di a conocer mi postura en contra a esta reforma y compartí mis razones.
No se trata de darle la contra al Presidente, sino de que muchas de las circunstancias que plantea la iniciativa de reforma no solo no resuelven el problema de fondo, sino que realmente podrían llevarnos a más problemas aún.
Ojo, eso no quiere decir que esté satisfecho con la promovida en 2013, sino que la nueva propuesta no soluciona la del 2013, ni tampoco brinda, a nuestro parecer, soluciones a futuro.
No se trata nada más de estar en contra de todo y ya, sino de proponer, por eso, el Grupo Parlamentario de Acción Nacional hicimos en su momento una serie de temas y solicitudes que podrían abordarse en el proyecto de reforma, sin que hasta el momento haya cambiado algo, pero que durante las mesas de diálogo que se tendrán en los próximos días entre el PAN y Gobierno Federal, esperamos puedan ser atendidas.
Así pues, se viene un año de mucho trabajo y mucho movimiento en lo político y en lo social y estaremos aquí platicando de ello.
Finalmente, y fuera de tema, quiero aprovechar para desearles a todos ustedes, queridos amigos de Jalpa y la región, un excelente inicio de año, de mi parte, de la de mi esposa y de la familia Varela Estrada, que estamos llenos de alegría por la llegada de nuestro primer hijo, les deseamos lo mejor.