Encarecimiento del Pasaporte Mexicano: Un Obstáculo para las Familias con Bajos Ingresos en 2024
Cañon de Juchipila.- El 1 de enero del presente año marca un punto crítico para aquellos que buscan aventurarse más allá de las fronteras mexicanas. La Secretaría de Relaciones Exteriores ha anunciado un incremento del 4.4% en el costo del pasaporte mexicano, una noticia que resuena con impacto económico en miles de ciudadanos.
Este aumento, atribuido al cierre de la inflación del año 2023, plantea un nuevo desafío para los mexicanos que ya luchan con los crecientes costos de la vida cotidiana. María Elena “N”, una ciudadana que está a punto de tramitar el pasaporte para ella, su esposo y su pequeña hija, comparte sus preocupaciones. «Cada día es más difícil acceder a este documento, y ahora, con estos nuevos precios, viajar se vuelve un lujo que muchos no podemos permitirnos», comenta.
La medida también destaca la difícil realidad de las familias de bajos ingresos, para quienes el proceso de obtener un pasaporte se convierte en una travesía llena de obstáculos. Aunque la Secretaría de Relaciones Exteriores mantiene beneficios como el 50% de descuento para mayores de 60 años, personas con discapacidad y trabajadores agrícolas destinados a Canadá, muchos se enfrentan a la frustración de la falta de citas disponibles.
No es solo el aumento de los costos, sino la combinación de obstáculos burocráticos y la falta de disponibilidad de citas en algunas delegaciones u oficinas cercanas a quienes vivimos en esta parte del estado, lo que complica aún más el proceso. La espera y la incertidumbre se suman a las dificultades económicas, haciendo que la obtención del pasaporte sea una tarea titánica para muchas familias.
Este incremento también se suma al costo ya considerable de adquirir una visa americana, lo que convierte el sueño de cruzar la frontera hacia los Estados Unidos en una empresa cada vez más onerosa.
En este contexto, la reflexión se torna necesaria: ¿se está convirtiendo el derecho de movilidad en un privilegio para aquellos con recursos financieros suficientes? A medida que los precios suben, se hace más evidente que acceder a experiencias internacionales se está volviendo inalcanzable para un sector significativo de la población.
La pregunta persiste: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar para hacer realidad el sueño de viajar y explorar el mundo, y cómo podemos garantizar que este sueño no se desvanezca para aquellos que luchan económicamente? El aumento en el costo del pasaporte plantea no solo un desafío económico, sino también una reflexión sobre la accesibilidad y la equidad en el derecho a la movilidad internacional.