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¿ AHORA “ESTAFA JUDICIAL”?

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¿ AHORA “ESTAFA JUDICIAL”?

El presidente del Tribunal de Justicia del estado de Zacatecas Arturo Nalhe García desistió de presentar con ese carácter, una denuncia penal originada en la construcción de dos juzgados en ciudad gobierno en dónde no se cumplieron los términos del contrato y dónde el perjuicio al patrimonio público se cuantifica en veinte millones doscientos mil pesos.

Habiendo citado a la prensa para dar a conocer la denuncia, la canceló por “motivos de salud” para poco después presentar la denuncia como un ciudadano cualquiera que “tuvo conocimiento de hechos presumiblemente constitutivos de delito”. Una consecuencia indeseable de ese cambio de postura, independientemente del razonamiento jurídico, puede ser el “desinfle” del caso

Hacer público lo que es de interés general siempre es positivo, por eso es de celebrar que el asunto ya sea del dominio público. Lo que cabe preguntarnos es si el camino elegido por el abogado Nalhe no quita presión a autoridades acostumbradas a eludir su responsabilidad

¿Cuál es la razón porque tan grave denuncia no sea asumida por el pleno del tribunal? Nalhe manifiesta que opta por la denuncia individual para evitar que el poder judicial sea juez y parte, pero tarde o temprano lo será, independientemente de quien lo denuncie ¿Por qué los otros magistrados y funcionarios que por su función también tienen conocimiento del asunto no suscribieron la denuncia, aunque sea “a título individual”, para darle más fuerza?

¿Nos damos cuenta que a pesar de la gravedad del caso no se han dado por enterado los dirigentes partidistas? ¿Qué los diputados no aprovecharon la ocasión para reclamar en tribuna la aclaración inmediata? ¿Qué el periodismo político local trata el tema como irrelevante?

Una consecuencia positiva de la alternancia en los tres niveles de gobierno es el reblandecimiento de los muros de silencio que rodea la corrupción pública, pero como corresponde a un país de tantos contrastes y desniveles, no todos los estados marchan a la misma velocidad y lamentablemente, Zacatecas se ha rezagado notoriamente en el combate a la impunidad de los delitos que se cometen desde el quehacer público, por tal razón, el asunto en cuestión debe traducirse en exigencia colectiva de que el caso no reciba el mismo tratamiento elusivo que ha recibido  la “estafa legislativa” sino que empuje a desnudar toda el entramado de corrupción en la obra pública que ha sido tan notorio en las últimas décadas, no hay razones para considerarlo un caso aislado

¿MIEDO A TRAPITOS?

Las diferencias entre los gobernantes con sus antecesores pasaron de lo subterráneo a la superficie a partir de Ricardo Monreal, desde entonces, cada gobernador se excusa en “la herencia maldita” del anterior pero solo de boca para afuera, la corrupción sobrevive al cambio sexenal, con frecuencia con los mismos operadores y nos quedamos muy atrás de las acciones emprendidas en Durango, Aguascalientes, San Luis Potosí, ya no digamos de las de la Ciudad de México

Durante muchos años le concedemos certificado de honestidad al que no roba desde un cargo público, aunque sea encubridor de los que sí lo hacen

A pesar de que vivimos tiempos en que la bandera contra la corrupción es la que más apoyo ciudadano suscita, los políticos locales se ocupan de la corrupción genérica de dimensión nacional y guardan silencio respecto a los hechos que involucran a los poderes locales, cómo intimidados por la sentencia bíblica que reza que “Con la vara que midas serás medido”

¿Cómo se impuso en la clase política local plural el lema de la cobardía institucionalizada que puede resumirse en la conseja popular de que “a boca cerrada no entran moscas”, haciendo impenetrable el muro de silencio que nos mantiene como sociedad saqueada y empobrecida?

Ha progresado más rápido la capacidad de preservar información sistemática de desempeños que la transparencia de los mismos. La existencia de archivos y de una constelación de instancias de fiscalización y contraloría intimida hasta los que hicieron bien las cosas y aun así temen venganzas, que también se dan

Algunos actores políticos que previamente han sido diputados, presidentes municipales, titulares de dependencias y demás, saben que en los archivos oficiales quedan huellas de lo bien y lo mal hecho, parece que late en muchos la prudencia del que teme ver expuestos sus “trapitos al sol”

CONTRA EL PACTO DE SILENCIO

Ernesto González Romo no fue respaldado por sus compañeros cuando transparentó la “estafa legislativa”

¿No es obligación incumplida de los integrantes de la legislatura pugnar por la aplicación de la ley para asegurar la no repetición de esas conductas?

¿No es obligación del poder judicial asegurar la cabal aplicación de la ley en este caso para romper el pacto de silencio que envuelve la corrupción transexenal en Zacateas?

Nos encontramos el jueves en Recreo

@luismedinalizalde-luismedinalizalde@gmail.com