ColumnasEl Recreo

No Más De Lo Mismo Por Favor

El agobio de la delincuencia que secuestra para extorsionar en cabeceras municipales y comunidades es cada vez más angustiante, la delincuencia de bajo perfil se cobija bajo el árbol de la delincuencia organizada por la ausencia de una política de seguridad local que debió anticiparse desde que en los años ochenta del siglo pasado se hizo evidente la actividad de los cárteles de la droga sembrando, cosechando y trasladando marihuana sin que la los traficantes se metieran con la población civil ni el gobierno con los traficantes, luego nuestro territorio brindo espacio para laboratorios de droga y pistas clandestinas sin que las autoridades locales advirtieran que Zacatecas, por su orografía y ubicación geográfica está condenado a la presencia del crimen organizado y que dicha presencia desencadena y escuda la delincuencia del orden común, tal como ahora se pone de manifiesto

La vivido en las últimas décadas enseña que el gobierno federal no puede derrotar al crimen organizado sin la ayuda de los gobiernos locales, y los gobiernos locales no pueden con la delincuencia común sin el concurso del gobierno federal, cada quién en su ámbito, llevando a cabo un plan general y repartiéndose tareas.

El próximo gobierno zacatecano está obligado a una política distinta que haga de la participación ciudadana la clave que nos preserve de la amenaza a la vida democrática que la violencia genera, en dónde la intimidación procedente de las bandas del crimen es capitalizada por el pensamiento político autoritario normalizando aberraciones como toque de queda, pena de muerte extra-judicial y hasta la legitimación de la tortura para la obtención de información. El reto es enorme, se trata de contar con cuerpos policiacos moral y profesionalmente confiables, consolidación científica de la investigación del delito, elevación de localidad de la impartición de la justicia y eficacia en la reinserción social del delincuente, acompañado por una gestión pública permanente de uso creativo de tiempo libre en barrios y comunidades y la aplicación de la comunicación orientada a prevenir conductas auto-destructivas y disolventes de lazos comunitarios

LO LOCAL Y LO FEDERAL

El próximo gobernador tendrá éxito si lidera la lucha contra la inseguridad de sus gobernados siendo el servidor público local más y mejor informado, el receptor de la información de los frutos de la labor de inteligencia federal e internacional en relación a la población que gobierna y el territorio que custodia, es más que probable que sean los órganos de inteligencia federal los que dispongan de información precisa sobre la infiltración del crimen organizado en las filas de los gobiernos municipales y estatal que ya trasciende la de los cuerpos policíacos, el estar informado

compromete a obrar en consecuencia pero delegar en subordinados el liderazgo de la lucha por la seguridad humana no le ha funcionado al estado en su ya prolongado estado de zozobra

Los crímenes cometidos por la delincuencia organizada opacan las tropelías de la delincuencia común a pesar de ser la que más sufrimiento impone a las familias zacatecanas mediante extorsiones, robos y violencia, el crimen organizado solo puede ser enfrentado por las fuerzas federales civiles y militares con la complementación de las autoridades locales pero la delincuencia común es responsabilidad prioritaria del gobierno local con la coadyuvancia del gobierno federal, ambas modalidades de delincuencia se alimentan recíprocamente pero tienen lógica diferente, si las cosas no están peor es debido a la derrama de los programas sociales federales y las remesas, pero la perspectiva inmediata es de agravamiento y todavía no se advierte un signo elemental de conciencia autocrítica

El gobernador que emerja de las urnas el año próximo tendrá que afrontar los riesgos de la depuración, no solo de cuerpos policíacos, sino de integrantes de la administración pública señalados por sus nexos con cárteles, así mismo, se hace indispensable conocer monto y destino del dinero público gastado para la seguridad y la utilidad para el objetivo de cada peso gastado en patrullas y chalecos anti balas, video cámaras y armamento y capacitación, será la oportunidad de conocer las causas por las cuales hoy los municipios tienen menos policías que cuando inició el “efecto cucaracha” pero el reto mayor consistirá en la vinculación con los gobernados a partir de la confianza para hacer de la participación social el factor de victoria sobre la delincuencia y la garantía de que el combate a la inseguridad no favorezca la involución autoritaria

CONTINUISMO ES SUICIDIO COLECTIVO

El liderazgo del gobernador en el combate a la inseguridad no es suficiente pero sí indispensable, el tiempo transcurrido muestra lo equivocado de delegar en subordinados la responsabilidad conductora de la respuesta a la delincuencia

El impunidad siembra el desaliento, es hora de cambiar rumbo

Nos encontramos el jueves en Recreo

@luismedinalizalde luismedinalizalde@gmail.com