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“El camino hacia el Cristo Rey: el esfuerzo de cinco trabajadores y una familia”

Huanusco, Zacatecas – En una hazaña que parecía imposible, cinco trabajadores y la familia de Don Rigoberto Flores construyeron un camino de 14 kilómetros para poder llevar el monumento de 25 metros de altura de bronce del Cristo Rey hasta la cima del Cerro de Guatimala en Huanusco.

Durante siete años, Don Rigoberto dedicó su vida a construir el camino y la escultura, que estuvo casi concluida desde hace ocho años, pero no había manera de subirla. Fue gracias al esfuerzo y dedicación de estos héroes desconocidos que finalmente se logró consolidar el proyecto.
El operador principal, Isidro Romo Serna, con más de 40 años de servicio, y José Romo Esparza, quien conoce a Don Rigoberto desde hace más de 45 años, destacan entre los trabajadores que acompañaron en la tarea de construir el camino. También se suman Arturo Rojas Lozano, oriundo de Arellanos, Huanusco, quien trabajó con Don Rigoberto por 18 años, Servando Rojas Lozano, con 6 años,  José de Jesús Rojas Pérez, Miguel Ángel Romo Soto Y Fabián Toribio Romo Soto ellos contribuyeron a la terminación del camino.
Para construir el camino, fue necesaria mucha herramienta y la dedicación de estos hombres, que trazaron y llevaron a cabo el proyecto con la guía de Don Rigoberto. El camino es amplio, con descansos y buenos niveles de acceso, que permite el transitar prácticamente de cualquier vehículo hasta la falda del Cerro de Guatimala. Se trata de una construcción de alrededor de 14 kilómetros, que requirió de unos 7 años de construcción y los últimos 5 años de forma constante para lograr este anhelo.
Lucia Flores, hija de Don Rigoberto, quiso agradecer el acompañamiento de estos hombres que fueron una parte importante para lograr contar hoy con este acceso, que se construyó en su mayoría en tierras propiedad de la familia. Con la ayuda de un Bulldozer D7, una Escaladora 330, un Trascabo Super L y dos camiones de volteo, se logró llevar parte de la monumental figura de bronce hasta la falda del Cerro de Guatimala.
La comunidad de Huanusco espera con ansias el momento en que se instale el Cristo Rey en la cima del cerro, como lo soñó Don Rigoberto Flores antes de partir al lado de Dios. Su legado es un testimonio del esfuerzo y dedicación que se necesitan para hacer realidad los sueños, y estos héroes desconocidos son un ejemplo de la grandeza que se puede lograr con trabajo en equipo.