Huanusco

48 años sembrando fe: Padre Ernesto Flores, un pilar de la comunidad de Huanusco

Huanusco, Zacatecas, 22 de febrero de 2024.- En un ambiente de júbilo y profunda fe, la comunidad de Huanusco se reunió para celebrar ayer, los 48 años de vida sacerdotal del Padre Ernesto Flores Guerrero, oriundo de Jalpa, Zacatecas. El emotivo evento reunió a familiares, amigos, feligreses y sacerdotes de la región, quienes se unieron en una misa concelebrada de acción de gracias por la invaluable labor del Padre Flores.
El Padre Flores, ha dedicado su vida al servicio de Dios y de la comunidad. A lo largo de su trayectoria sacerdotal, ha guiado espiritualmente a diversas parroquias del estado de Zacatecas, siempre con un profundo compromiso y entrega. En Huanusco, ha encontrado un hogar en la feligresía, que lo reconoce como un pilar fundamental en la vida de la comunidad.

En un mundo donde las vocaciones sacerdotales van a la baja, la figura del Padre Flores cobra aún mayor relevancia. Su entrega, su ejemplo de vida y su constante llamado a la fe son un faro que ilumina el camino de muchos. Un sacerdote no solo administra sacramentos, sino que también es un guía espiritual, un confidente y un amigo que acompaña a su pueblo en las alegrías y en las penas, coinciden varios de los asistentes a esta celebración.
El Padre Flores ha sido un colaborador cercano del Señor Obispo Sigifredo Noriega Barceló, trabajando incansablemente por la diócesis de Zacatecas. Su labor pastoral se ha caracterizado por la promoción de la justicia social, la defensa de los valores cristianos y la construcción de una comunidad más fraterna y solidaria.

En el marco de esta celebración, el Padre Flores agradeció a Dios por el don de la vocación sacerdotal y a todos aquellos que lo han acompañado en su camino. Sus palabras fueron un llamado a la esperanza y a la renovación de la fe, especialmente en los jóvenes, a quienes instó a considerar el sacerdocio como una opción de vida plena y significativa.

El 48 aniversario sacerdotal del Padre Flores, es un momento propicio para reflexionar sobre la importancia de la vocación sacerdotal en la sociedad actual. Su entrega y compromiso son un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones, un faro de luz que nos invita a caminar por la senda del amor, la fe y el servicio.

Finalmente más que una simple celebración, este aniversario es un homenaje a la entrega incansable de un hombre que ha dedicado su vida a Dios y a su pueblo, dijo Doña Lupita “N” asistente y ferviente feligrés de la iglesia y del padre Flores.