ColumnasGrupo Terapéutico CarrilloNotas Relevantes

La práctica de la Integridad personal último pilar de la autoestima

Integridad es hacer lo correcto

aunque nadie te esté mirando

 

Jim Stoval

A medida que maduramos desarrollamos nuestros propios valores y normas, sea que los absorbamos de otras personas o las vivamos, donde asumimos una importancia cada vez mayor en nuestra valoración de nosotros mismos, la integridad llega a ser imperante, pues que consiste en la integración de nuestros ideales, convicciones, normas, creencias y la conducta.

Como dicta una frase que las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra, se hace alusión a la congruencia. Cuando la conducta es congruente con nuestros valores declarados, cuando concuerdan los ideales y la práctica tenemos integridad. Esta práctica supone que tengamos principios de conducta o convicciones morales acerca de lo apropiado y lo no apropiado, juicios sobre acciones correctas e incorrectas, porque la integridad plantea que tengamos normas y valores claros para respetarnos porque cuando entramos en conflicto con nuestro criterio puede ser que no sepamos distinguir si no tenemos claro lo que queremos o como pensamos y cuando este conflicto es repetitivo se puede llegar a dar que confiemos menos en nosotros.

Cuando nos encontramos en conflicto entre valores diferentes que chocan con el contexto, la integridad no garantiza que hagamos mejor la elección, solo exige que sea autentico nuestra elección, que permanezcamos conscientes, conectados a nuestro conocimiento que asumamos la responsabilidad de nuestra elección, lo que quiere decir asumir las consecuencias de la elección.

Cuando una quiebra de la integridad hiere la autoestima lo único que puede curarlo es la práctica de la integridad. Esta práctica supone pensar de esta manera: soy una persona honesta, fiable, digna de confianza, cumplo mi palabra, me respeto a mí mismo sin necesidad que alguien me vigile.

Como hemos dicho entonces la integridad tiene que ver con la congruencia, concordancia entre las palabras y el comportamiento. Generalmente, confiamos en la congruencia y sospechamos de la incongruencia; por ejemplo, ahora que inician los comicios electorales podemos confiar nuestro voto a un candidato no únicamente por lo su elocuente discurso sino por su congruencia que se manifiesta en la vida misma.

Se puede llegar a dar que las normas e ideales que profesamos sean erróneas o irracionales, eso se verá reflejado cuando seguirlos nos lleva a la autodestrucción, es cuando podemos llegar a cuestionarlos y si es necesario modificarlos, para ello será importante la práctica de vivir conscientemente y asumir las responsabilidades de mis actos, porque la integridad implica mayor conciencia y una postura más reflexiva, sin que eso me quite el gusto de disfrutar el día a día.

Hasta aquí hemos visto que la autoestima no es cuestión de “sentirse bien”, únicamente, sino que va más allá es tomar acción por nosotros mismos, es comprometernos más con nosotros y nuestras circunstancias.