Grupo Terapéutico Carrillo

El día 25 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, donde se hace conciencia acerca de los delitos y las faltas a sus derechos cometidos por los hombres o mujeres, si nos abocamos a las cifras podemos observar que con las contingencias sanitarias aumentaron los casos de violencia doméstica o incluso llegaron hasta los feminicidios.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional Contra la Violencia Hacia  la Mujer creemos que es necesario realizar reflexiones para analizar cómo hemos abordado este tema tan complejo. Este tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, al impedirles participar plenamente y en pie de igualdad en la sociedad.

Por muchas situaciones en la vida es necesario cuidar de alguien sea en la etapa terminal de la vida, en la enfermedad, por una discapacidad o en la vejez, aunque tal como refieren los budistas es una bendición, pero desgastante a nivel emocional, cognitivo, físico, conductual, social, económico y espiritual.

En la cultura mexicana la muerte tiene un peso importante, a través de ella se ven reflejadas infinidades de tradiciones, no solo las relacionadas con el día de muertos, también ha definido de gran manera la forma en la que vemos la vida, para muchos a pesar de ser algo temible también es algo a lo que se debe festejar, en incluso adorar. Para gran a parte de los mexicanos la muerte no solo representa la tristeza, incertidumbre, melancolía presente en otras culturas.

Cuando hablamos de cultura en nuestro país se vienen a la mente colores, lenguas, riqueza, sabores y pueblos coloridos. La cultura que significa conjunto de conocimientos, ideas, tradiciones y costumbres, que caracterizan a un pueblo, una clase social, una época o un país, hace referencia precisamente a lo autóctono o típico con respecto a la indumentaria, la gastronomía y hoy nos ocupamos acerca de cómo vivimos de manera particular recordar a nuestros seres queridos el día de los “Fieles Difuntos” coloquialmente conocido como Día de Muertos.

Como sabemos el duelo es un proceso natural en los seres humanos, se manifiesta ante una perdida significativa, no necesariamente un ser querido, puede ser la perdida de la estabilidad emocional, de trabajo, de patrimonio, incluso de status quo, entendiendo esto nos podemos dar cuenta que el duelo también aparece colectivamente, puede surgir a partir de sucesos específicos que afecten a una comunidad o sucesos mas generales, por ejemplo un pueblo puede entrar el duelo ante la muerte de alguien muy conocido para la comunidad, pero también puede surgir el duelo en un país ante la misma situación.

Como es ley de la vida cuando el último hijo se independiza de los padres y abandona el hogar familiar, queda la casa más espaciosa, libre de ruidos, quizás más limpia y aparece en los que se quedan en casa la que son los papás o los abuelos un fenómeno que los profesionales de la salud mental denominan “el nido queda vacío», que se caracteriza en principio por sentimientos de ausencia, soledad y vacío.

Perder a un ser querido siempre es algo complicado, en la mayoría de las ocasiones nos enfrentamos a sentimientos, pensamientos, emociones, y conductas que probablemente nunca habíamos manifestado. El enfrentar la muerte de alguien que estimamos nos enfrentan antes nuestra propia finitud, nos hace ver que realmente no somos inmortales y que realmente a nosotros también nos sucederá. Cuando al que perdemos es a nuestro compañero de vida, a la persona que amamos nuestra aproximación al duelo será muy diferente a como pudo haber sido ante perdidas anteriores a esa.

Las personas mayores, son parte fundamental de la sociedad, ya que según informes de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018, en el país residen:

La pérdida de un ser querido siempre deja un vacío en nuestro corazón, nos llegamos a sentir solos, perdidos y desamparados.